
La reciente escalada de tensiones entre Ucrania y Rusia ha cobrado un nuevo giro tras un masivo ataque con drones lanzado por el ejército ucraniano sobre varias regiones rusas. Según el Ministerio de Defensa ruso, la mayoría de los vehículos aéreos no tripulados (UAV) fueron interceptados en la región de Bryansk, situada en la frontera occidental de Rusia.
Durante la noche del domingo al lunes, las defensas aéreas rusas lograron derribar un total de 115 drones, de los cuales diez fueron abatidos sobre Crimea y el mar Negro, dos en la región de Kursk y uno en la región de Belgorod. Sin embargo, fue en Bryansk donde se registraron los daños más significativos, con el gobernador local, Aleksandr Bogomaz, informando sobre la muerte de al menos un civil y daños a la infraestructura civil.
“El régimen de Kiev llevó a cabo otro acto de terrorismo esta noche. Desafortunadamente, el ataque ucraniano en la ciudad de Bryansk causó la muerte de un civil y dejó a una mujer herida, quien fue rápidamente trasladada al hospital donde recibe la asistencia médica necesaria,” escribió Bogomaz en su canal de Telegram.
Reacciones y contexto del conflicto
Este ataque no es un hecho aislado, ya que Bryansk también fue blanco de un ataque masivo con drones la semana pasada, aunque sin víctimas mortales. En esa ocasión, las fuerzas rusas lograron derribar 87 UAVs, la mitad de ellos sobre la península de Crimea.
La situación se complica aún más tras el anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de una suspensión unilateral de hostilidades durante un alto el fuego de 30 horas con motivo de la Semana Santa. A pesar de esta tregua, el Ministerio de Defensa ruso reportó aproximadamente 4,900 violaciones del alto el fuego, mientras que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, acusó a Moscú de miles de infracciones.
En los días posteriores a este breve respiro en los combates, el ejército ruso llevó a cabo múltiples ataques a larga distancia contra objetivos militares e industriales en Ucrania. Las autoridades ucranianas han informado de al menos 12 muertos y más de 100 heridos como resultado de estos bombardeos, siendo Kiev la ciudad más afectada. Por su parte, Moscú sostiene que sus ataques están dirigidos exclusivamente a instalaciones militares, rechazando las acusaciones de atacar deliberadamente a civiles.