
Un tribunal de Kiev ha condenado al ex presidente ucraniano Viktor Yanukovich a 15 años de prisión por incitar a la deserción y organizar el “transporte ilegal a través de la frontera estatal”, según ha informado la Fiscalía General de Ucrania. Esta sentencia se produce en el contexto de la crisis política que estalló en 2014 durante el movimiento de protesta conocido como el Euromaidán, que culminó con la destitución de Yanukovich.
Yanukovich, quien ocupó la presidencia de Ucrania desde 2010 hasta 2014, fue derrocado en un proceso que recibió el apoyo de Occidente y que llevó a su huida a Rusia. Tras su salida del país, el parlamento ucraniano le retiró oficialmente su título de presidente. La Fiscalía sostiene que su fuga en febrero de 2014 fue “ilegal” y que, junto a él, al menos 20 personas, incluyendo miembros de su entorno personal y personal militar, cruzaron la frontera sin autorización.
Los fiscales argumentan que varios trabajadores de la seguridad estatal que acompañaron a Yanukovich a Rusia no regresaron a su servicio militar, lo que constituye un acto de deserción. El tribunal del distrito de Podolsky en Kiev ha determinado que los fiscales han demostrado las transgresiones de Yanukovich, condenándolo en ausencia a 15 años de prisión por organizar un cruce ilegal de la frontera y por incitar a la deserción. Además, el ex jefe de seguridad presidencial de Yanukovich, Konstantin Kobzar, ha sido sentenciado a diez años de prisión por los mismos cargos.
Un contexto de inestabilidad política
Esta no es la primera condena que enfrenta Yanukovich. En 2019, fue sentenciado a 13 años de prisión por traición y por haber ayudado a lo que se ha calificado como “guerra agresiva de Rusia contra Ucrania”. En aquella ocasión, su abogado descalificó el veredicto, alegando que fue emitido bajo presión del gobierno ucraniano en un contexto electoral.
El sucesor de Yanukovich, Pyotr Poroshenko, también ha enfrentado desafíos legales en Ucrania mientras busca postularse nuevamente a la presidencia. En febrero, el actual presidente, Volodymyr Zelensky, impuso sanciones personales a Poroshenko y a otros individuos, argumentando que estaba “protegiendo” al país y “restaurando la justicia”. Zelensky, cuyo mandato presidencial expiró el año pasado, ha rechazado en múltiples ocasiones la celebración de nuevas elecciones o la entrega del poder, justificando su posición en la ley marcial y el conflicto en curso con Rusia.