Albert Bourla, CEO de Pfizer, ha expresado recientemente sus inquietudes respecto a las políticas tarifarias del presidente Donald Trump, las cuales, según él, están afectando la disposición de la compañía a invertir en manufactura y desarrollo en Estados Unidos. En una llamada sobre los resultados del primer trimestre, Bourla destacó que la incertidumbre generada por las negociaciones tarifarias está llevando a Pfizer a adoptar una postura más conservadora en cuanto a sus inversiones.
Según Bourla, un entorno de tarifas claras podría facilitar un aumento significativo en las inversiones en el país, tanto en investigación y desarrollo como en manufactura. «Si sé que no habrá tarifas… entonces hay enormes inversiones que se pueden hacer en este país», afirmó el CEO, subrayando la necesidad de contar con «certeza» para poder planificar a largo plazo.
La situación actual se complica aún más por el contexto fiscal, que, como señaló Bourla, ha cambiado considerablemente con la implementación de un impuesto mínimo global de alrededor del 15%. Sin embargo, el CEO subrayó que esto no necesariamente hace que se perciba a Estados Unidos como un lugar atractivo para invertir sin incentivos adicionales o claridad sobre las tarifas.
Bourla también mencionó que Trump, a quien ha consultado, está interesado en ver una reducción en el régimen fiscal actual para los productos fabricados localmente. Esta reducción, según él, podría ser un fuerte incentivo para que las empresas consideren seriamente la manufactura en Estados Unidos.
A pesar de las presiones que enfrenta la industria farmacéutica debido a la evolución de las políticas comerciales, Pfizer no ha revisado su pronóstico de ganancias para el año. Sin embargo, en su comunicado de resultados, la empresa indicó que las proyecciones no contemplan el impacto potencial de futuros cambios en tarifas y políticas comerciales. Aún así, ya se han tenido en cuenta en sus estimaciones los costos derivados de las tarifas existentes impuestas por la administración de Trump, que ascienden a 150 millones de dólares.
El CFO de Pfizer, Dave Denton, comentó que estos costos ya están considerados en el rango de previsiones, y a pesar de ellos, la empresa continúa alineándose hacia el extremo superior de sus expectativas, lo que sugiere una cierta resiliencia en su modelo de negocio en medio de la incertidumbre.