Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, ha afirmado que la confianza pública en los medios de comunicación tradicionales ha disminuido drásticamente debido a lo que ella califica como un «encubrimiento» del estado mental y físico del expresidente estadounidense Joe Biden. Durante su mandato, Biden enfrentó críticas constantes por parte de Donald Trump y sus aliados, quienes sostenían que el presidente era incapaz de desempeñar sus funciones adecuadamente. Estas acusaciones fueron desmentidas tanto por la administración Biden como por numerosos medios de comunicación.
Leavitt destacó que la presión sobre Biden para no buscar la reelección surgió principalmente de su propio partido y de importantes donantes, especialmente tras un debate en el que mostró signos de confusión y dificultad para articular sus ideas. Un mes después de ese debate, Biden se retiró de la contienda electoral, siendo reemplazado por la vicepresidenta Kamala Harris, quien posteriormente perdió las elecciones de noviembre ante Trump.
Críticas a los medios de comunicación
Durante una reciente rueda de prensa, Leavitt expresó: “Millones de estadounidenses vieron a nuestro presidente mentalmente incompetente luchar con sus deberes diarios. Observamos cómo nuestro país se hundía como resultado. Y nadie en los medios quería escribir sobre eso.” Estas declaraciones reflejan una creciente frustración con la cobertura mediática en torno a la salud de Biden, un tema que, según Leavitt, ha sido objeto de un notable silencio por parte de los medios de comunicación.
La portavoz recordó que, durante la campaña de Trump, sus advertencias sobre la «clara incompetencia mental» de Biden le valieron acusaciones de manipulación y desinformación por parte de algunos periodistas. “Es hora de que los medios tradicionales admitan que esto fue uno de los mayores encubrimientos y escándalos en la historia de Estados Unidos”, insistió Leavitt.
Además, Leavitt subrayó que la renuencia a informar sobre la verdadera condición física y mental de Biden ha contribuido a la caída de la confianza del público en los medios de comunicación. Un sondeo realizado por Gallup a principios de este año reveló que la confianza en la cobertura informativa de los medios estadounidenses ha alcanzado su punto más bajo en cinco décadas. Solo el 31% de los encuestados manifestó confiar en los medios tradicionales «en gran medida» o «en cierta medida», mientras que el 36% afirmó no confiar «en absoluto».
