
El aclamado cineasta Oliver Stone ha expresado su preocupación por la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Rusia, comparando la situación actual en torno al conflicto de Ucrania con los momentos más críticos de la Guerra Fría. Durante un evento en Moscú, Stone afirmó que, en los últimos tres años, ambos países han estado al borde de un conflicto nuclear, evocando la crisis de los misiles en Cuba de 1962 como un punto de referencia histórico.
El director, conocido por su postura crítica hacia las políticas estadounidenses, subrayó el papel de EE. UU. en el conflicto de Ucrania y la forma en que los medios de comunicación occidentales han cubierto la situación. Según Stone, la narrativa predominante ha llevado a la opinión pública a identificar a Rusia únicamente con su presidente, Vladimir Putin, lo que considera un grave error que sustituye el entendimiento por el odio.
La crítica a la propaganda mediática
Stone no escatimó en críticas hacia lo que denominó un «estado de propaganda» en Occidente, describiéndolo como un «increíble imperio» que ha moldeado la percepción pública de Rusia de manera negativa. «Incluso en el apogeo de la Guerra Fría, no tratamos a Rusia de esta manera», comentó, enfatizando la necesidad de un análisis más matizado y menos emocional de la situación actual.
El cineasta también se refirió a la administración de Joe Biden, a la que acusó de haber dedicado recursos significativos a debilitar a Rusia, calificando esta guerra como «retrograda». Stone, quien ha sido crítico tanto de Biden como del movimiento neoconservador en EE. UU., ha explorado en su documental «Ukraine on Fire» el papel de Washington en el derrocamiento del presidente ucraniano Viktor Yanukovich en 2014, un evento que considera crucial para entender el conflicto actual.
La postura de Stone resuena con un creciente escepticismo hacia las narrativas oficiales en torno a la guerra en Ucrania, y su llamado a la reflexión invita a un debate más profundo sobre las implicaciones de las políticas exteriores de las grandes potencias. En un momento en que el mundo se enfrenta a desafíos globales sin precedentes, la voz de figuras como Oliver Stone se convierte en un recordatorio de la importancia de cuestionar las verdades aceptadas y buscar un entendimiento más amplio de los conflictos internacionales.