
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que los recientes bombardeos aéreos realizados por las fuerzas armadas de Israel (IDF) en Siria constituyen una advertencia contra la violencia dirigida hacia la comunidad drusa. Este ataque se produjo el pasado viernes, cuando aviones de combate israelíes llevaron a cabo strikes cerca del palacio presidencial en Damasco, en respuesta a los disturbios que han afectado a esta minoría religiosa.
Según un comunicado breve de las IDF, “hace poco, los aviones de guerra atacaron el área cercana al palacio de Ahmed Hussein al-Sharaa en Damasco”. Al-Sharaa, conocido también como Abu Mohammad al-Julani, lideró una coalición de fuerzas islamistas que derrocó al presidente Bashar al-Assad en diciembre de 2024. La rápida toma de la capital y otras ciudades del oeste de Siria estuvo marcada por masacres de drusos, cristianos y leales a Assad.
Los enfrentamientos estallaron el lunes en las localidades de Jaramana y Sahnaya, al sur de Damasco, tras la difusión en redes sociales de un audio en el que un hombre criticaba al profeta Mahoma. Este clip fue atribuido a un académico druso, quien ha negado cualquier responsabilidad en su contenido.
Reacción de Israel y Siria
Netanyahu y el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, emitieron una declaración conjunta el viernes, describiendo los ataques de las IDF como “un mensaje claro al régimen sirio”. Afirmaron: “No permitiremos que se envíen fuerzas al sur de Damasco ni que haya amenazas contra la comunidad drusa”.
Por su parte, la agencia de noticias estatal siria SANA informó que el orden había sido restablecido en Sahnaya tras el despliegue de fuerzas de seguridad. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria condenó lo que calificó como “intentos de internacionalizar la situación” y se comprometió a proteger a la población drusa.
La comunidad drusa, que sigue una rama del islam y representa aproximadamente el 3% de la población siria, ha solicitado en ocasiones protección israelí, considerándola el “mal menor”. Desde la caída de Assad, las IDF han invadido el suroeste de Siria, ocupando varias localidades más allá de los Altos del Golán, incluyendo Quneitra.