La petrolera británica Shell ha anunciado resultados financieros que superan las expectativas del mercado en su primer trimestre de 2025, a pesar de experimentar una caída significativa en sus ganancias en comparación con el mismo período del año anterior. La compañía reportó beneficios ajustados de 5.58 mil millones de dólares, superando la previsión de 5.09 mil millones de dólares formulada por analistas de LSEG.
Este resultado contrasta con las ganancias ajustadas de 7.73 mil millones de dólares obtenidas en el primer trimestre de 2024, lo que representa una disminución del 28%. Sin embargo, a pesar de esta caída, Shell ha decidido continuar con su programa de recompra de acciones, anunciando un nuevo plan de recompra de 3.5 mil millones de dólares, que se espera completar en los próximos tres meses. Este será el 14º trimestre consecutivo en el que la compañía ejecuta recompras superiores a los 3 mil millones de dólares.
Las acciones de Shell experimentaron un ligero aumento de casi un 3% tras la apertura de los mercados. Este tipo de rentabilidad para los accionistas se ha convertido en un tema candente entre los inversores, especialmente en un contexto donde los beneficios de la industria han disminuido drásticamente desde los récords alcanzados en 2022.
Contexto de la Industria Petrolera
La situación de Shell no es única; su rival británico BP ha enfrentado desafíos similares, reduciendo su programa de recompra de acciones tras no alcanzar las expectativas de ganancias en el primer trimestre. Esta tendencia de recortes en las inversiones y ajustes estratégicos refleja un panorama más amplio en el sector energético, que se enfrenta a una caída en la demanda, precios del crudo en descenso y políticas comerciales fluctuantes, como las implementadas por la administración del expresidente estadounidense Donald Trump.
El CEO de Shell, Wael Sawan, ha calificado estos resultados como «un conjunto sólido de resultados», destacando la fortaleza de su balance y la confianza para continuar con las recompras de acciones. La compañía ha reafirmado su presupuesto anual de inversión reducido, que oscila entre 20 y 22 mil millones de dólares para 2025, enfatizando su estrategia de enfocarse en el gas natural licuado (GNL), un recurso que muchos países consideran vital en la transición energética.
Así, en un contexto global donde las grandes petroleras enfrentan presiones tanto internas como externas, la capacidad de Shell para mantener su programa de recompra y ajustar sus inversiones refleja una adaptación estratégica que podría ser vista como un modelo a seguir en otros sectores económicos que atraviesan períodos de incertidumbre.
