
Un nuevo estudio, liderado por la Universidad de Portsmouth, ha puesto de manifiesto cómo la pérdida de elefantes experimentados afecta gravemente la transmisión de conocimientos entre generaciones, poniendo en riesgo la cohesión de las sociedades de estos majestuosos animales. La investigación subraya que la alteración de las dinámicas sociales, provocada por la intervención humana, hace que los rebaños de elefantes sean más vulnerables, lo que puede repercutir en su supervivencia y bienestar.
Publicada en Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, la investigación revela que los elefantes tienden a congregarse alrededor de los individuos mayores, quienes desempeñan un papel crucial en la transmisión de conocimientos esenciales para la supervivencia. La eliminación de estas figuras matriarcales puede debilitar la estructura social de las manadas, lo que resulta en una menor cohesión y en una respuesta inadecuada ante amenazas y depredadores.
Impacto del Desplazamiento Humano
Los autores del estudio advierten sobre la necesidad urgente de integrar las dinámicas sociales y el conocimiento cultural en las estrategias de conservación de elefantes, especialmente en un contexto donde la destrucción de hábitats y la caza furtiva están en aumento. Según la doctora Lucy Bates, autora principal del estudio, «los elefantes son uno de los animales más inteligentes y socialmente complejos del planeta. Nuestros hallazgos sugieren que cuando se interrumpen sus estructuras sociales, ya sea por caza furtiva, reubicación o pérdida de hábitats, las consecuencias pueden repercutir a lo largo de generaciones, afectando su supervivencia, reproducción e incluso su comportamiento».
El estudio analizó 95 artículos revisados por pares que documentan el impacto de la disrupción social en diversas poblaciones de elefantes, abarcando tanto elefantes de sabana africana como de bosque africano y elefantes asiáticos. Las perturbaciones provocadas por el ser humano, como la caza y el sacrificio, afectan profundamente las redes sociales de estos animales. La investigación destaca que los elefantes dependen en gran medida de los miembros mayores para orientarse en su entorno, localizar recursos y evitar depredadores. La presencia de individuos mayores, especialmente las matriarcas, mejora las tasas de supervivencia de las crías y fortalece la toma de decisiones grupales. Sin estos ancianos, las poblaciones suelen enfrentar reveses a largo plazo.
La doctora Bates también enfatiza que «los ancianos son los guardianes del conocimiento en las sociedades de elefantes. Su pérdida interrumpe la transmisión de habilidades esenciales para la supervivencia, algo similar a perder una biblioteca en términos humanos. Conservar estos lazos sociales es tan importante como proteger sus hábitats físicos».
El estudio propone un cambio fundamental en los esfuerzos de conservación, sugiriendo que se dé prioridad a la preservación de la cohesión social y se reconozca la dimensión cultural de la conservación de elefantes. Las recomendaciones incluyen:
- Proteger a los individuos clave: Salvaguardar a las matriarcas y otros elefantes experimentados para mantener la transmisión de conocimientos.
- Monitorear los efectos de la translocación: Evaluar los impactos sociales tanto en las poblaciones de origen como en las de destino al mover elefantes.
- Centrarse en especies poco estudiadas: Ampliar la investigación sobre los elefantes de bosque y asiáticos, que enfrentan importantes vacíos de conocimiento en la ciencia de la conservación.
Dado que los elefantes comparten gran parte de su hábitat con poblaciones humanas, su supervivencia está profundamente entrelazada con las acciones de los seres humanos. El estudio enfatiza que preservar el intrincado tejido social de las sociedades de elefantes es fundamental no solo para su supervivencia, sino también para el equilibrio ecológico y el bienestar humano.
Graeme Shannon, de la Escuela de Ciencias Ambientales y Naturales de la Universidad de Bangor y coautor del estudio, agregó que «esta investigación ofrece una nueva perspectiva sobre por qué la conservación de los elefantes debe ir más allá de los números. Si bien proteger hábitats es crucial, también es esencial reconocer la importancia de los factores sociales y culturales que son centrales para la sociedad de los elefantes. Sin ellos, el éxito a largo plazo de la conservación puede no ser posible».
En conclusión, la investigación de la Universidad de Portsmouth, basada en un exhaustivo análisis de 95 estudios científicos, proporciona el estudio más completo hasta la fecha sobre el impacto de la disrupción social en las poblaciones de elefantes y ofrece recomendaciones prácticas para los responsables de políticas y profesionales de la conservación.