
El pasado 2 de mayo, la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, puso fin al tratamiento de importaciones de bajo valor provenientes de China libres de aranceles, lo que ha generado un gran revuelo en el mundo del comercio internacional.
Esta medida, que afecta a las importaciones valoradas en $800 o menos desde la China continental y la Región Administrativa Especial de Hong Kong, ha generado preocupación por las posibles consecuencias en las cadenas de suministro, los precios para los consumidores y los retrasos en las aduanas.
Impacto en las empresas
Grandes plataformas de comercio electrónico se han visto obligadas a reestructurar sus cadenas de suministro, aumentar los precios de sus productos y acelerar la construcción de almacenes locales en EE.UU. para mitigar los nuevos costos arancelarios, según un informe de Reuters.
Estos cambios han llevado a algunos vendedores extranjeros a suspender los envíos a EE.UU., mientras que algunas pequeñas empresas han salido por completo del mercado estadounidense. Bloomberg ha documentado aumentos de precios superiores al 100% en algunas plataformas de comercio electrónico y quejas generalizadas en las redes sociales sobre retrasos en los envíos.
Incluso empresas nacionales de EE.UU. están realizando ajustes. Según informó The Wall Street Journal, una marca estadounidense de calzado trasladó su inventario de Canadá a almacenes en EE.UU. al descubrir que un par de zapatillas fabricadas en China y con un precio inicial de $175, ahora tendrían un coste de más de $300 si se enviaban a través de Canadá.
Impacto en los consumidores
Los consumidores estadounidenses también están sintiendo el impacto de esta medida. Según un informe del Servicio de Investigación del Congreso (CRS), la eliminación de la exención de bajo valor «reduciría el bienestar agregado en $10.9-$13.0 mil millones y perjudicaría de forma desproporcionada a los consumidores de bajos ingresos y minorías.»
Expertos señalan que esta política afecta de manera desproporcionada a los hogares de bajos ingresos, ya que dependen más de bienes asequibles de comercio electrónico transfronterizo como ropa, artículos de primera necesidad y pequeños electrodomésticos.
Scott Lincicome, investigador del Instituto Cato, señaló que si bien la medida parece ser dura con China, en realidad impone un aumento de impuestos a los consumidores estadounidenses.
Caos en las aduanas
La eliminación de esta regla también generará una gran presión en los sistemas de aduanas de EE.UU., lo que probablemente causará retrasos en el despacho aduanero.
Un informe de la Oficina de Información del Consejo de Estado de China señaló que aplicar el tratamiento de bajo valor libre de impuestos puede ayudar a reducir costos administrativos, ya que las aduanas pueden concentrar más recursos en la supervisión de productos de alto valor y mercancías de alto riesgo, reforzando la efectividad general de la supervisión.
La estimación de Oxford Economics sugiere que si el gobierno de EE.UU. pretende inspeccionar y gravar cada pequeño paquete individualmente, requeriría al menos varios miles de millones de dólares en financiación adicional para expandir los sistemas y contratar personal, o de lo contrario correr el riesgo de una congestión portuaria a nivel nacional.