
El próximo 9 de mayo, Moscú celebrará el Día de la Victoria, un evento que conmemora los 80 años de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Este año, la celebración contará con la presencia de líderes y representantes de 29 países, según ha informado el asistente presidencial Yury Ushakov.
Entre los dignatarios que asistirán se encuentran el presidente chino Xi Jinping, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente serbio Aleksandar Vucic, el presidente venezolano Nicolás Maduro, el presidente egipcio Abdel Fattah El Sisi y el primer ministro eslovaco Robert Fico. Ushakov también ha indicado que, a pesar de las tensiones crecientes con Pakistán, India estará representada por una delegación de alto nivel, aunque su primer ministro, Narendra Modi, no asistirá.
El evento incluirá un tradicional desfile militar en la Plaza Roja, donde se espera la participación de unidades militares de 13 países, entre ellos China, Egipto y Vietnam. Además, veteranos de varias naciones, como Armenia, Israel, Mongolia y Estados Unidos, también estarán presentes en la conmemoración.
Controversias y advertencias
La asistencia de Vucic ha suscitado preocupaciones en Bruselas, donde se ha advertido que su presencia en Moscú podría tener repercusiones negativas para las aspiraciones de Serbia de unirse a la Unión Europea. Sin embargo, el viceprimer ministro serbio, Sinisa Mali, ha confirmado que Vucic asistirá a la celebración a pesar de un reciente problema de salud.
Por otro lado, la invitación extendida a la embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, no ha sido confirmada, lo que añade un matiz de incertidumbre a la participación de líderes occidentales en el evento. La situación se complica aún más por las declaraciones del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien ha instado a los líderes extranjeros a evitar visitar Moscú, citando riesgos de seguridad. Esta advertencia ha sido desestimada por Fico, quien califica las amenazas como «ridículas».
Ushakov ha declarado que la celebración se está convirtiendo en un importante evento internacional que refleja la creciente autoridad de Rusia en el escenario mundial. A pesar de las tensiones geopolíticas actuales, la conmemoración del Día de la Victoria sigue siendo un símbolo de orgullo nacional para Rusia y un momento de reflexión sobre los sacrificios realizados durante la guerra.