
La conocida marca de automóviles de lujo Ferrari ha divulgado recientemente un notable incremento en sus beneficios del primer trimestre, impulsado por la creciente demanda de vehículos personalizables. Sin embargo, la compañía ha alertado sobre las posibles repercusiones negativas de las políticas comerciales del presidente estadounidense Donald Trump, lo que podría impactar en sus ganancias durante el presente año.
Originaria de Maranello, Italia, Ferrari reportó un beneficio neto de 412 millones de euros (466,3 millones de dólares) en los primeros tres meses del año, lo que representa un aumento del 17% en comparación con el mismo período del año anterior. Este resultado superó ligeramente las expectativas de los analistas, quienes preveían un beneficio de 410 millones de euros, según una encuesta de Reuters.
El CEO de Ferrari, Benedetto Vigna, expresó en un comunicado: «Otro año ha comenzado de gran manera». En su análisis, destacó que, a pesar de que las entregas incrementaron muy poco en comparación con el año anterior, todos los indicadores clave experimentaron un crecimiento de dos dígitos, lo que subraya una fuerte rentabilidad impulsada por la mezcla de productos y la continua demanda de personalizaciones.
Preocupaciones por las políticas arancelarias de EE. UU.
De cara al futuro, Ferrari advirtió sobre el riesgo que implica la introducción de aranceles estadounidenses sobre los automóviles importados de la UE, los cuales podrían afectar negativamente la rentabilidad de la firma este año. La compañía señaló que la orientación del 2025 está sujeta a un posible riesgo de reducción de 50 puntos básicos en los márgenes de rentabilidad, en relación con la actualización de su política comercial tras la implementación de estos aranceles.
Ferrari se encuentra en un contexto en el que las políticas arancelarias de Trump han generado una incertidumbre significativa en el sector automotriz. Varios gigantes europeos han reportado una caída drástica en sus beneficios trimestrales, con muchos de ellos optando por suspender o reducir sus proyecciones financieras debido a las repercusiones de los aranceles impuestos por el presidente estadounidense.
El presidente Trump impuso un arancel del 25% sobre las importaciones automotrices a principios de abril, aunque intentó suavizar estas medidas la semana pasada, firmando una orden ejecutiva para evitar que una serie de otros gravámenes se acumulen. En respuesta a los aranceles, Ferrari anunció que incrementaría los precios en un 10% para ciertos modelos, lo que podría añadir hasta 50,000 dólares al coste de un Ferrari típico.
A pesar de las dificultades, Ferrari ha mantenido un enfoque optimista. «Miramos hacia adelante con confianza, siendo vigilantes de la situación que nos rodea», afirmó Vigna durante la llamada trimestral con inversores. En términos de envíos, la marca reportó un incremento de menos del 1% en el primer trimestre, alcanzando 3,593 vehículos. Sin embargo, sus ingresos netos aumentaron aproximadamente un 13%, ascendiendo a 1.79 mil millones de euros (2.03 mil millones de dólares), mientras que el beneficio neto creció un 17%.
En lo que respecta a su primer vehículo totalmente eléctrico, el modelo Elettrica, Ferrari ha anunciado que no se revelará hasta la primavera de 2026, seguido de las entregas programadas para octubre de ese mismo año. Este enfoque gradual refleja una estrategia cuidadosa que busca mantener la esencia distintiva de Ferrari, incluso en la transición hacia tecnologías más sostenibles.