
En la segunda mitad de 2024, los hogares de la Unión Europea (UE) enfrentaron los precios más altos de gas desde que se tienen registros, según datos oficiales de Eurostat. Este aumento se produce tras un periodo de descenso de precios que siguió a la crisis energética de 2022, cuando la UE impuso sanciones a Rusia debido al conflicto en Ucrania y se comprometió a reducir su dependencia del gas ruso.
El informe de Eurostat, publicado el martes, revela que los precios promedio, incluyendo impuestos, alcanzaron los 12,33 € (aproximadamente 13,96 $) por cada 100 kWh en la segunda mitad de 2024, un aumento respecto a los 11,04 € (alrededor de 12,50 $) del mismo periodo del año anterior. Este es el precio más alto registrado desde que se comenzó a recopilar esta información en 2008. La agencia atribuye este incremento a la subida de impuestos y a la reducción de las medidas de alivio implementadas anteriormente.
Desigualdades en los precios del gas en la UE
Eurostat también destacó las amplias disparidades en los precios del gas entre los distintos países de la UE. Suecia se posicionó como el país con el precio más elevado, alcanzando 18,93 € (aproximadamente 21,43 $) por cada 100 kWh. Sin embargo, en términos de poder adquisitivo, Portugal se destacó como el país donde el gas resultó más caro.
En Suecia, el consumo de gas natural representa aproximadamente el 2% de su uso total de energía, ya que el país se apoya principalmente en fuentes renovables y de bajo carbono, eliminando efectivamente las importaciones rusas. Por su parte, Portugal depende en gran medida del gas natural licuado (GNL) importado, con un 51% de su suministro proveniente de Nigeria y alrededor del 40% de Estados Unidos. Solo un 4,4% del gas importado por Portugal el año pasado procedía de Rusia, en comparación con el 15% en 2021.
Italia, que ha reducido significativamente sus importaciones de combustibles fósiles rusos, registró el segundo precio más alto en términos de poder adquisitivo. Sin embargo, el ministro de energía italiano sugirió en diciembre que el país podría reanudar las importaciones de gas natural desde Rusia una vez que finalice el conflicto en Ucrania.
En contraste, Hungría reportó los precios más bajos de gas entre los países de la UE, tanto en términos nominales como en estándares de poder adquisitivo. Este país obtiene aproximadamente el 82% de su gas a través de importaciones por gasoducto desde Rusia, con el GNL desempeñando un papel complementario. A pesar de las sanciones impuestas por la UE, Budapest ha buscado profundizar sus lazos energéticos con Moscú. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, advirtió que el aumento de los precios de la energía podría poner en peligro la economía del bloque.
Rusia, por su parte, ha mantenido que sigue siendo un proveedor energético fiable y ha criticado las sanciones y restricciones comerciales impuestas por Occidente, considerándolas violaciones del derecho internacional. Además, Moscú ha redirigido sus exportaciones energéticas hacia mercados «amigos».