OpenAI redefine su estructura organizativa en respuesta a desafíos regulatorios
OpenAI, la empresa líder en el desarrollo de inteligencia artificial generativa, ha decidido modificar su enfoque en la reestructuración corporativa tras enfrentar resistencia y posibles obstáculos legales. En un comunicado reciente, la compañía anunció que la entidad con fines de lucro se transformará en una corporación de beneficio público (PBC, por sus siglas en inglés), que está diseñada para crear un bien público y social. Este cambio implica que la organización sin ánimo de lucro, que fue la base de OpenAI, mantendrá el control sobre la nueva estructura, una decisión que surge después de un diálogo constructivo con líderes cívicos y autoridades legales de Delaware y California.
La historia de OpenAI se remonta a una década, cuando fue fundada como una organización sin ánimo de lucro con el objetivo de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio de la humanidad. En 2019, la empresa creó una filial con fines de lucro para atraer inversiones y financiar sus ambiciosos proyectos. Sin embargo, después de una evaluación en diciembre, OpenAI determinó que la organización sin ánimo de lucro debería seguir controlando la entidad lucrativa, lo que representa un cambio significativo en su estrategia inicial, que contemplaba una mayor independencia para la parte lucrativa.
El consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, ha destacado que esta decisión no implica una venta, sino un ajuste hacia una estructura más simple y comprensible, en un contexto donde múltiples empresas están compitiendo en el desarrollo de inteligencia artificial. La nueva PBC continuará persiguiendo la misión de beneficiar a la humanidad a través de la inteligencia artificial, y la organización sin ánimo de lucro se convertirá en un accionista significativo, lo que podría generar tensiones en el futuro, especialmente en lo referente al reparto del capital y la valoración de la empresa. Este cambio también afectará la reciente ronda de financiación, en la que OpenAI buscaba captar 40.000 millones de dólares, vinculando su éxito financiero a la reestructuración.
