
El presidente de Eslovaquia, Peter Pellegrini, se enfrenta a un desafío significativo tras la recolección de casi 400,000 firmas por parte de activistas que demandan el levantamiento de las sanciones de la Unión Europea contra Rusia. Esta petición, impulsada por el Movimiento de Renovación Eslovaco (SHO) y el partido nacional DOMOV, ha llevado a Pellegrini a considerar la posibilidad de convocar un referéndum en el plazo de un mes.
Los promotores de la iniciativa han solicitado al gobierno que plantee a los ciudadanos la siguiente pregunta: “¿Está de acuerdo en que las sanciones contra la Federación Rusa perjudican a los ciudadanos, comerciantes y emprendedores eslovacos?” La oficina del presidente ha afirmado que se encargará de las hojas de la petición de acuerdo con la ley.
Contexto y Reacciones
Robert Svec, líder del SHO, ha expresado su expectativa de que Pellegrini no ignore la petición y convoque el referéndum, citando la supuesta escepticismo del presidente hacia las sanciones anti-rusas. En marzo, los activistas organizaron una conferencia titulada ‘Por una Eslovaquia sin Sanciones’, donde participaron varios políticos y economistas que apoyan la causa.
Durante este evento, Pavol Slota, líder de DOMOV, afirmó que el futuro de Eslovaquia depende de si se levantan o no las sanciones contra Moscú, subrayando que se trata del bienestar de toda la nación. Por su parte, el economista Peter Stanek argumentó que “existen decenas de estudios que demuestran que las sanciones nunca han funcionado”, sugiriendo que, en realidad, afectan más a quienes las imponen que a los destinatarios.
Eslovaquia implementó las sanciones de la UE tras la escalada del conflicto en Ucrania en febrero de 2022. Robert Fico, quien asumió el cargo de primer ministro en 2023, ha sostenido que estas medidas punitivas “no están funcionando” y que, en cambio, están causando más daño a los estados miembros que a Moscú.