
La tensión entre India y Pakistán ha escalado de manera alarmante tras una serie de ataques aéreos llevados a cabo por el ejército indio en territorio pakistaní y en la región de Cachemira administrada por Pakistán. Esta acción, denominada Operación Sindoor, se produce en respuesta a un ataque terrorista que dejó 26 muertos en la región de Jammu y Cachemira hace dos semanas, según ha informado el Ministerio de Defensa de India.
El gobierno pakistaní ha calificado estas acciones de “agresión no provocada” y ha respondido con bombardeos propios, lo que ha resultado en la muerte de al menos 15 civiles y 43 heridos, según el portavoz militar de Pakistán, el teniente general Ahmed Sharif Chaudhry. El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, ha señalado que los ataques indios impactaron en áreas civiles, incluyendo una mezquita.
Reacciones y amenazas de escalada
El primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, ha afirmado que su país “tiene todo el derecho a responder con fuerza a este acto de guerra”. Tras una reunión de emergencia del Comité de Seguridad Nacional de Pakistán, se ha otorgado a las fuerzas armadas un “margen de maniobra” para responder a las acciones indias. Por su parte, Nueva Delhi ha advertido que cualquier respuesta militar por parte de Islamabad será seguida de una represalia.
A nivel internacional, Rusia ha instado a ambas naciones a ejercer la moderación y ha expresado su deseo de que se resuelvan las diferencias a través de medios políticos y diplomáticos. Irán y Bangladés también han manifestado su preocupación por la escalada y han instado a ambas partes a mantener la calma. El Reino Unido ha hecho un llamado a Nueva Delhi y a Islamabad para que encuentren un “camino diplomático rápido”.
La escalada actual se origina en un ataque terrorista que tuvo lugar en Pahalgam, Cachemira, donde murieron 26 personas. Este ataque fue reivindicado inicialmente por The Resistance Front, un grupo vinculado a la organización terrorista pakistaní Lashkar-e-Taiba. India sostiene que ha identificado a los planificadores y apoyos del ataque, así como a las redes de comunicación utilizadas por los terroristas en Pakistán. Islamabad, por su parte, ha negado cualquier implicación y ha solicitado una investigación imparcial.
Las tensiones entre India y Pakistán son un fenómeno recurrente, dado que ambos países han librado cuatro guerras desde su independencia del Reino Unido en 1947. La situación actual pone de manifiesto la fragilidad de la paz en la región y la necesidad urgente de un diálogo constructivo que evite un conflicto armado entre estas potencias nucleares.