El CEO del hedge fund Citadel, Ken Griffin, ha manifestado que los trabajadores estadounidenses serán los más afectados por los aranceles punitivos impuestos por el presidente Donald Trump a los socios comerciales de Estados Unidos. En una entrevista reciente en CNBC, Griffin señaló que «los aranceles impactan directamente el bolsillo de los trabajadores estadounidenses», describiéndolos como un «impuesto a las ventas para el pueblo americano». Esta afirmación pone de relieve la carga que estas políticas pueden representar para las clases trabajadoras, un tema que a menudo se pasa por alto en el debate político.
Trump implementó en el último mes aranceles extraordinariamente altos, lo que desencadenó fuertes oscilaciones en Wall Street. Aunque posteriormente anunció una pausa de 90 días en gran parte de estos aumentos, excepto en el caso de China, la tensión comercial se ha intensificado, ya que los aranceles impuestos a los bienes chinos han alcanzado un 145%, provocando que China responda con gravámenes de 125%.
El impacto de las políticas comerciales
A pesar de haber apoyado a Trump en las elecciones y ser un importante donante del Partido Republicano, Griffin ha expresado críticas hacia la política comercial del presidente, advirtiendo que podría perjudicar la «marca» de Estados Unidos y su mercado de bonos gubernamentales. Esta preocupación es relevante, dado que la confianza en la economía estadounidense es clave para su estabilidad a largo plazo.
Griffin también ha comentado que la elección de Trump fue en gran medida una reacción a las políticas económicas fallidas de Joe Biden, que han provocado un aumento de la inflación y una reducción de los ingresos reales de los hogares estadounidenses. La gestión de la inflación se ha convertido en un tema central en la agenda política, especialmente con las próximas elecciones intermedias en el horizonte.
El influyente inversor ha identificado un riesgo «modesto» de estanflación, donde el aumento de los aranceles podría generar presiones inflacionarias mientras que ralentiza el crecimiento económico. La evolución de la economía de Estados Unidos dependerá en gran medida de cómo se desarrollen las políticas económicas de Trump, que incluyen un enfoque tripartito: comercio, recortes fiscales y desregulación.
Griffin se plantea si estas tres estrategias podrán converger para proporcionar el crecimiento necesario a la economía. Esta interrogante es crucial, ya que la respuesta determinará no solo el futuro inmediato de la economía estadounidense, sino también el contexto global en el que se desarrollan estas políticas.
