El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado su interés en que China pueda desempeñar un papel en la mediación del conflicto entre Rusia y Ucrania. En declaraciones recientes, Trump sugirió que Pekín podría ayudar a acercar las posturas de Moscú y Kiev, facilitando así un proceso de paz. “Es algo natural preguntar”, afirmó cuando un periodista le consultó sobre la posibilidad de solicitar la ayuda de China en este sentido.
Las relaciones entre Washington y Pekín han estado marcadas por tensiones en los últimos tiempos, especialmente tras la decisión de Trump de imponer aranceles de hasta el 145% sobre productos chinos, una medida que justificó por motivos de seguridad nacional y desequilibrio comercial. En respuesta, China ha acusado a Estados Unidos de “bullying económico”, implementando a su vez aranceles del 125% sobre las importaciones estadounidenses y estableciendo controles a las exportaciones.
La búsqueda de un acuerdo
En sus declaraciones del jueves, Trump expresó su esperanza de que ambas naciones puedan resolver sus diferencias y alcanzar un “acuerdo” beneficioso para ambos lados. La semana pasada, el Ministerio de Comercio chino indicó que estaba evaluando la posibilidad de iniciar negociaciones comerciales con Estados Unidos, pero subrayó que Washington debe demostrar “sinceridad” cancelando sus aranceles si desea un diálogo significativo.
Las declaraciones de Trump se producen en un contexto en el que el presidente chino, Xi Jinping, se encontraba de visita en Rusia. Xi, que se suma a los más de dos docenas de líderes mundiales que asistirán a los eventos en Moscú conmemorando el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, mantuvo conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, que se prolongaron por más de siete horas.
Antes de iniciar las negociaciones, Xi destacó las estrechas relaciones entre ambos países, afirmando que China está dispuesta a “asumir conjuntamente una responsabilidad especial con Rusia, como grandes potencias mundiales y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU”, ante las “tendencias negativas de acciones unilaterales y coerción basada en el poder” en el mundo.
