
El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha supervisado recientemente un ejercicio militar que simula una respuesta nuclear, según ha informado la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA). Esta maniobra, llevada a cabo el pasado jueves, incluyó el lanzamiento de misiles balísticos de corto alcance y artillería de largo alcance, con el objetivo de evaluar la preparación de las fuerzas nucleares del país.
Durante el ejercicio, se utilizaron sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple de 600 mm y el misil balístico táctico Hwasong-11 (KN-23), ambos supuestamente capaces de portar cargas nucleares. Los misiles alcanzaron una distancia aproximada de 800 kilómetros antes de caer en el mar, lo que demuestra la capacidad operativa de los sistemas de misiles de Corea del Norte.
Inspección del sistema de «disparador nuclear»
La maniobra también incluyó una inspección del sistema de “disparador nuclear”, diseñado para gestionar y controlar el arsenal de disuasión del país, asegurando un despliegue rápido si fuera necesario. Según KCNA, “el objetivo del ejercicio se logró y se verificó la fiabilidad del sistema de mando y movilización capaz de reaccionar rápidamente ante cualquier crisis nuclear”.
Kim subrayó la importancia de mantener la preparación combativa de las fuerzas nucleares del país, enfatizando la necesidad de mejorar las capacidades de ataque de precisión a larga distancia y la eficiencia general de las armas. El mes pasado, el líder norcoreano había instado a acelerar los esfuerzos para dotar a la marina del país con armamento nuclear, tras asistir a una prueba de sistemas de armas a bordo del destructor multi-misión Choe Hyon de la República Popular Democrática de Corea (RPDC). Después de presenciar la demostración, Kim comentó que el poder de fuego del buque aún dependía de armamento convencional y que “no puede considerarse un medio fiable de defensa marítima”.
Por su parte, Estados Unidos y Corea del Sur han estado llevando a cabo ejercicios militares conjuntos en la región, los cuales han sido condenados repetidamente por Corea del Norte como provocativos. En respuesta, Pyongyang ha intensificado sus pruebas de misiles, afirmando su derecho a la autodefensa y la disuasión.
Además, Rusia ha manifestado su compromiso de ayudar a proteger a Corea del Norte en caso de un ataque, en virtud de un acuerdo de defensa mutua firmado el año pasado. Este tratado obliga a ambas partes a proporcionar asistencia militar inmediata si fuera necesario. El acuerdo fue firmado por el presidente ruso, Vladimir Putin, y Kim en junio de 2024, tras lo cual tropas norcoreanas se unieron oficialmente a la operación militar de Moscú destinada a repeler una incursión ucraniana en la región de Kursk. Putin expresó posteriormente su agradecimiento por el papel que desempeñaron las tropas de Pyongyang en la liberación de la región, destacando su “heroísmo, alto nivel de entrenamiento especializado y valentía”.