El dilema de grabar en el gimnasio: entre la privacidad y el deseo de compartir en redes sociales

In Ciencia y Tecnología
mayo 10, 2025

El impacto de las redes sociales en el ámbito del fitness

La irrupción de las redes sociales ha transformado radicalmente la forma en que las personas comparten y viven su experiencia en gimnasios. Cada vez es más habitual que los usuarios documenten y publiquen sus rutinas de ejercicio, así como otros aspectos de su vida cotidiana, como la alimentación o la asistencia a eventos. Este fenómeno ha generado un intenso debate entre quienes defienden la libertad de compartir su progreso físico y aquellos que prefieren ejercitarse sin la presión de ser grabados. La industria del fitness en España, que genera aproximadamente 2.100 millones de euros anuales y cuenta con alrededor de 5,4 millones de clientes, se ha visto profundamente influenciada por esta tendencia, especialmente entre los jóvenes de 14 a 24 años, que son los más activos en redes sociales.

La práctica de grabar entrenamientos no solo se ha popularizado entre aficionados, sino también entre profesionales del sector. Laura Moreno, entrenadora personal, utiliza Instagram como plataforma para mostrar técnicas y rutinas a sus clientes. Sin embargo, reconoce que su actividad puede resultar incómoda para algunos usuarios del gimnasio, quienes a menudo prefieren no ser grabados. Por otro lado, Rodrigo, un asistente habitual al gimnasio, expresa su molestia ante esta práctica, señalando que el ambiente se ha convertido en un espacio de «postureo» en lugar de un lugar para enfocarse en el ejercicio. Esta dualidad refleja la necesidad de encontrar un equilibrio entre el deseo de compartir logros personales y el derecho a la privacidad en un entorno que, por naturaleza, debería ser cómodo para todos.

Desde el punto de vista legal, el uso de dispositivos móviles para grabar en gimnasios está regulado por leyes de privacidad y protección de datos. Recientemente, la Agencia Española de Protección de Datos impuso una multa a un gimnasio en Madrid por no obtener el consentimiento adecuado de sus socios durante la grabación de una clase. La normativa exige que se informe a los usuarios sobre las políticas de grabación y se obtenga su consentimiento explícito. Esto se vuelve especialmente relevante en un contexto donde grabar a una persona sin su permiso puede acarrear consecuencias legales graves, incluyendo sanciones económicas y penas de prisión. La creación de espacios designados para grabaciones en gimnasios, donde se respete la privacidad de los demás, se postula como una solución viable para armonizar el uso de redes sociales con la necesidad de intimidad en el ejercicio físico.

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