La serie de Netflix «Adolescencia» ha generado conversaciones significativas sobre el papel de las redes sociales en la difusión de contenido dañino. Esta producción ha ampliado la comprensión pública sobre la misoginia que se propaga digitalmente, así como sobre los legados de figuras como Andrew Tate y la violencia perpetuada por la llamada «manosfera». Incluso, el Primer Ministro británico, Keir Starmer, ha apoyado un plan para mostrar la serie a jóvenes en las escuelas.
Sin embargo, al mencionar el término «misoginia» en referencia a la manosfera, las voces de las niñas y mujeres suelen convertirse en representaciones abstractas de victimización. Su perspectiva se encuentra frecuentemente ausente. La conversación en torno a «Adolescencia», así como la cobertura más amplia sobre la misoginia en línea, tiende a priorizar las opiniones y experiencias de los chicos y cómo se les puede apoyar, mientras que se pasa por alto el impacto real en las víctimas.
La deshumanización sistémica
La esencia de la misoginia en línea radica en la deshumanización sistemática de mujeres y niñas. Es crucial que este aspecto forme parte del debate y que se busquen soluciones efectivas. Un estudio de Ofsted de 2021, tras la pandemia de COVID-19, reveló que el 92% de las chicas encuestadas había experimentado insultos sexistas, y el 88% había recibido imágenes o videos explícitos no solicitados.
Investigaciones realizadas por Jessica y sus colegas han analizado las experiencias de más de 600 jóvenes en relación con la violencia sexual en línea y en el entorno escolar. Los resultados mostraron que el 78% de los participantes había sufrido daños relacionados con comentarios misóginos, acoso sexual o abuso de imágenes. Casi todos los jóvenes del estudio (98,5%) confirmaron que estas experiencias habían aumentado durante la pandemia.
En otro ámbito de estudio, Chiara se encuentra realizando una investigación doctoral sobre las experiencias en línea de adolescentes. Hasta ahora, ha encontrado que la mayoría de las participantes se han visto negativamente afectadas por la retórica de los influencers de la misoginia, tanto en línea como fuera de ella, siendo las conductas de sus compañeros varones en el colegio las que más las impactan. Las chicas han manifestado haber visto mucho contenido de la manosfera en línea y haber escuchado discusiones en el colegio que consideran «inquietantes» y «aterradoras», ya que promueven imágenes corporales perjudiciales y guiones sexuales tóxicos.
Estas experiencias están normalizadas en el ambiente escolar, siendo la misoginia vista como parte del «humor» entre los chicos. Una estudiante de 14 años expresó que «lo hacen para provocarnos, para obtener una reacción de nosotras… para ellos es solo una broma». Esta normalización ha sido corroborada por investigaciones previas que indican que la misoginia se legitima en forma de «bromas de chicos».
Los jóvenes ya están familiarizados con la realidad cotidiana de la misoginia en sus vidas. No necesitan que una serie como «Adolescencia», que dramatiza y sensacionaliza la misoginia a través del asesinato de una joven, les sea mostrada como una forma de educación. Esta serie no está diseñada para tales fines y poco contribuirá a cambiar la actitud misógina de los chicos, mientras que puede generar un temor adicional en las chicas.
Al abordar la radicalización de los chicos en línea, es fundamental incluir las experiencias de quienes han sido victimizados. Los jóvenes deben aprender a reconocer las estructuras de poder patriarcal y a ser críticos con los medios digitales, para poder identificar mejor los mensajes de la manosfera que legitiman la misoginia.
A pesar de que la educación sobre relaciones y sexualidad es ahora un asunto obligatorio en las escuelas del Reino Unido, a menudo se lleva a cabo de manera deficiente y con poca prioridad. No siempre aborda cuestiones como la violencia sexual y la misoginia, ni conecta cómo se normaliza la violencia sexual en entornos digitales y no digitales. Jessica y sus colegas han co-producido lecciones sobre relaciones y educación sexual que abordan la complejidad del acoso, el abuso y la misoginia en línea y fuera de ella.
Es imperativo que los políticos en el Reino Unido realicen un esfuerzo sistemático y concertado para apoyar y regular la enseñanza de relaciones y sexualidad de alta calidad. La formación de profesores es necesaria para abordar cuestiones de violencia sexual de una manera más amplia y comprensiva.
Confiar en un programa de televisión que sensacionaliza la misoginia y la manosfera, re-centra la masculinidad y borra las experiencias de quienes han sido victimizados, incluidas las chicas y los jóvenes de género diverso, no resolverá los problemas contemporáneos sobre el aumento de la misoginia exacerbada digitalmente.
