Investigadores del Museo de Historia Natural de Berlín han descubierto 40 nuevas especies de polillas en Filipinas, un hallazgo que subraya la riqueza biológica de esta región, considerada uno de los hotspots de biodiversidad a nivel mundial. Las especies recién identificadas pertenecen a la familia de las polillas hocico (Crambidae), un grupo que, a pesar de su diversidad y relevancia ecológica, ha sido tradicionalmente pasado por alto en los estudios científicos.
El equipo de investigación utilizó la taxonomía integrativa, un enfoque que combina datos genéticos con características físicas, permitiendo así diferenciar de manera precisa estas nuevas especies. Según el Dr. Théo Léger, lepidopterista del museo, «las Filipinas albergan muchas especies endémicas que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo». Sin embargo, estos hábitats enfrentan serias amenazas debido a la deforestación y la presión demográfica, lo que hace urgente la documentación de la biodiversidad antes de que se pierda irremediablemente.
Investigaciones en colecciones históricas
La primera de las dos investigaciones, liderada por Léger y publicada en el Bulletin of the Society of Systematic Biologists, se centró en las subfamilias Crambinae y Scopariinae. La segunda, realizada por Anne Müller como parte de su tesis de licenciatura, examinó especies de la subfamilia recién reconocida Lathrotelinae, publicada en el Journal of Asia-Pacific Biodiversity.
Ambos estudios se basaron en casi 700 especímenes de polillas almacenados en colecciones de Berlín y Copenhague. Los resultados fueron sorprendentes: más de la mitad de los especímenes estudiados resultaron ser especies desconocidas para la ciencia. Además, se identificaron numerosas especies crípticas, es decir, polillas que, a pesar de su apariencia casi idéntica, son genéticamente distintas.
Un aspecto notable de este descubrimiento es que los investigadores no tuvieron que realizar expediciones a los trópicos para llevar a cabo su trabajo. Las polillas fueron recolectadas hace más de 30 años en Filipinas y permanecieron sin explorar en las colecciones del museo. Este hecho pone de manifiesto el potencial científico aún por descubrir en los archivos de historia natural.
Cada nueva especie descrita contribuye a un mayor entendimiento de los ecosistemas, los procesos evolutivos y la adaptación de las especies, especialmente en respuesta al cambio climático. Algunas polillas hocico, como el barrenador del tallo del arroz, son de gran importancia agrícola, ya que se encuentran entre las plagas más destructivas en el cultivo del arroz en el sur y sureste asiático.
Los investigadores también enfatizan que grandes partes de Filipinas, en particular las regiones montañosas remotas, siguen siendo en gran medida inexploradas. Por lo tanto, futuras expediciones probablemente conducirán a más descubrimientos innovadores que enriquecerán nuestro conocimiento sobre la biodiversidad del archipiélago.
