
El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, ha declarado recientemente que el acuerdo comercial alcanzado con China representa una nueva etapa en la búsqueda de Estados Unidos por reducir su dependencia de los productos chinos. Aunque la «desacoplamiento» de la economía estadounidense respecto a China se ha discutido durante años, el proceso ha sido lento y parece poco probable que se logre una ruptura total.
Bessent ha mencionado que ya existen elementos concretos de desacoplamiento que son vitales para los intereses de EE. UU. En 2024, Estados Unidos importó casi 440 mil millones de dólares en bienes desde China, lo que resultó en un déficit comercial de 295.4 mil millones de dólares. A pesar de esto, el secretario enfatizó que no se busca una separación generalizada, sino una desvinculación en áreas estratégicas, una necesidad que se hizo evidente durante la pandemia de Covid-19.
Implicaciones del Acuerdo Comercial
Durante la pandemia, la demanda en EE. UU. cambió, pasando de una economía más orientada a los servicios a un enfoque mayor en bienes, lo que complicó la obtención de materiales para productos de gran consumo, como electrodomésticos y automóviles. La industria tecnológica, dependiente de los semiconductores, también se vio afectada, lo que provocó un aumento de la inflación no visto en más de 40 años.
Los detalles del pacto entre EE. UU. y China aún no están claros, pero se ha informado que las tarifas recíprocas serán suspendidas durante un periodo de 90 días, aunque se mantendrán los aranceles generales del 10%. Bessent ha afirmado que «vamos a crear nuestro propio acero», indicando que las tarifas están diseñadas para proteger la industria del acero estadounidense y asegurar el suministro de medicamentos críticos y semiconductores.
El acuerdo también incluye un compromiso por parte de las autoridades chinas para colaborar en la lucha contra el tráfico de fentanilo, un tema que ha sido una de las principales preocupaciones de EE. UU. Bessent ha mostrado optimismo respecto a esta colaboración, señalando que los funcionarios chinos están «ahora serios en su asistencia para detener el flujo de drogas precursoras». Sin embargo, no se ha especificado una fecha concreta para la próxima ronda de negociaciones, aunque se espera que tenga lugar en las próximas semanas.