
El grupo militante palestino Hamas ha acordado liberar a Edan Alexander, un soldado israelí-estadounidense de 21 años, quien es el último rehén estadounidense conocido que se encuentra en Gaza. Esta decisión se produce tras negociaciones con Estados Unidos, según ha anunciado el expresidente Donald Trump.
Alexander fue secuestrado durante el ataque liderado por Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, un conflicto que ha dejado más de 1.200 muertos y alrededor de 250 rehenes capturados. En un comunicado emitido el domingo, Hamas indicó que la liberación de Alexander se llevaría a cabo “como parte de los esfuerzos hacia un alto el fuego” y para facilitar la entrega de ayuda humanitaria a Gaza.
Trump, a través de su cuenta en Truth Social, expresó su satisfacción al anunciar que “Edan Alexander, un ciudadano estadounidense que ha estado cautivo desde octubre de 2023, está regresando a casa con su familia”. Agradeció a “todos los involucrados” en el proceso, aunque no mencionó a Israel en su declaración.
El expresidente añadió que esta acción es un “paso tomado de buena fe hacia Estados Unidos y los esfuerzos de los mediadores —Qatar y Egipto— para poner fin a esta guerra brutal y devolver a TODOS los rehenes vivos y sus restos a sus seres queridos”.
Negociaciones y mediación internacional
Steve Witkoff, enviado especial de Trump, se espera que llegue a Israel para supervisar la liberación. En declaraciones a NBC News, Witkoff comentó: “Probablemente lo recogeremos mañana. Ha habido una larga negociación con muchas personas a las que agradecer”, señalando que este gesto de buena voluntad fue posible “en gran parte” gracias a Trump.
Las negociaciones más recientes en Doha, que se llevaron a cabo en gran medida sin la participación de Israel, se facilitaron a través de conversaciones indirectas entre Hamas y Estados Unidos, mediadas por Egipto y Qatar. Ambos mediadores elogiaron el desarrollo como “un gesto de buena voluntad y un paso positivo hacia la reanudación de las negociaciones destinadas a alcanzar un alto el fuego en la Franja de Gaza”.
Las fuerzas israelíes reanudaron su ofensiva en Gaza en marzo tras el colapso de un alto el fuego anterior, del cual Trump también se atribuyó el mérito. Israel ha acusado a Hamas de negarse a liberar a los 24 rehenes restantes que se cree que están vivos, mientras que Hamas ha culpado a Jerusalén Occidental de obstaculizar las conversaciones para poner fin a un conflicto que ha cobrado más de 50.000 vidas palestinas, en su mayoría civiles.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció recientemente que el gabinete de seguridad del país había aprobado un nuevo plan “enérgico” para destruir a Hamas, añadiendo que la población de Gaza “será trasladada, para protegerla”. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), las fuerzas israelíes ya han restringido el acceso al 70 por ciento de Gaza mediante zonas de no acceso y órdenes de desplazamiento forzado.
En febrero, Trump abogó por el “traslado voluntario” de los palestinos de Gaza a países como Jordania y Egipto, argumentando que esto permitiría transformar el enclave en un destino turístico. Netanyahu calificó esta idea de “notable” y sugirió que debería ser “perseguida”.