
La reciente escalada de tensiones entre India y Pakistán ha suscitado un intenso debate en los medios internacionales, donde se ha cuestionado la forma en que se ha abordado el conflicto. Kanwal Sibal, exsecretario de Relaciones Exteriores de India, ha criticado la cobertura de la prensa occidental, a la que acusa de ofrecer una visión distorsionada y unilateral de la situación.
El pasado sábado, ambas naciones nucleares acordaron un alto el fuego tras un ataque terrorista en la región de Jammu y Cachemira, que tuvo lugar a finales de abril. Este ataque, que dejó un saldo trágico, ha sido el catalizador de la reciente escalada militar. Sibal sostiene que Nueva Delhi nunca tuvo la intención de intensificar su operación militar, y ha expresado su descontento con el papel que ha jugado Estados Unidos en la mediación del cese de hostilidades, sugiriendo que Washington busca obtener reconocimiento diplomático por su intervención.
La cobertura mediática y el terrorismo
El exdiplomático indio ha señalado que la prensa occidental ha desviado la atención de la raíz del conflicto, centrándose en cuestiones más amplias entre India y Pakistán, en lugar de abordar el ataque terrorista que lo provocó. Según Sibal, esta cobertura no solo minimiza la gravedad del terrorismo, sino que también muestra una inclinación hacia Pakistán, a pesar de que las conexiones de este país con el terrorismo son bien conocidas. Recordó que Osama bin Laden, líder de Al-Qaeda, estuvo oculto en Pakistán durante años antes de ser abatido por fuerzas especiales estadounidenses en 2011.
En este contexto, se ha informado que el gobierno indio ha expresado su preocupación a la BBC India por el uso del término «militantes» para referirse a los atacantes del reciente atentado. Esta queja también ha sido planteada ante otros medios internacionales como la Associated Press y Reuters, lo que pone de manifiesto la sensibilidad de India respecto a la terminología utilizada en la cobertura de estos eventos.
Por su parte, el ministro de Defensa paquistaní, Khawaja Asif, ha atribuido la problemática del terrorismo en su país a la intervención occidental durante la guerra soviético-afgana en los años 80, sugiriendo que la «introducción del jihad» por parte de Occidente ha tenido consecuencias duraderas en la región.
Las acusaciones de Nueva Delhi contra Islamabad por su supuesta complicidad con los militantes del Frente de Resistencia, responsables del ataque terrorista, han sido firmemente rechazadas por Pakistán, que niega cualquier implicación en el incidente. Este tira y afloja entre ambas naciones continúa alimentando un conflicto que tiene profundas raíces históricas y políticas.