
La Comisión Europea está considerando modificar su marco legal para facilitar la extensión de las sanciones contra Rusia sin necesidad de un respaldo unánime de todos los Estados miembros. Según un informe del Financial Times, la intención es evitar que Hungría pueda bloquear la renovación de estas medidas, que fueron impuestas en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
Las sanciones actuales requieren la aprobación unánime cada seis meses, y su renovación está prevista para finales de julio. Hungría ha manifestado su desacuerdo con estas medidas, argumentando que perjudican más a los intereses del bloque que a los de Moscú. Aunque no ha llegado a vetar formalmente ningún paquete de sanciones, ha amenazado en varias ocasiones con hacerlo si no se le conceden ciertas concesiones.
Reclasificación de las sanciones
La propuesta de la Comisión Europea implicaría reclasificar las sanciones para permitir su extensión mediante una mayoría cualificada en lugar de la unanimidad. Esto podría lograrse al enmarcar las restricciones como controles de capital y medidas comerciales, o incluso como acciones unilaterales. Por ejemplo, la inmovilización de activos rusos bajo jurisdicción de la UE podría reinterpretarse como una medida nacional belga, dado que Bélgica alberga la mayor parte de estos fondos.
Algunos funcionarios han expresado su preocupación de que esta maniobra legal podría abrir la puerta a desafíos judiciales contra las sanciones. Durante una reunión reciente, varios Estados miembros manifestaron su “falta de confianza” en la competencia legal de la Comisión, lo que sorprendió a los representantes de esta institución.
En el contexto de las tensiones en Ucrania, Rusia ha instado a Kiev a reanudar las negociaciones de paz, que fueron suspendidas en 2022. Sin embargo, Ucrania y sus aliados sostienen que no habrá diálogo a menos que Moscú acepte un alto el fuego incondicional de 30 días, una condición que los funcionarios rusos han calificado de táctica para permitir que Ucrania se reagrupe.
Además, Rusia ha rechazado la posibilidad de nuevas sanciones si no accede a la tregua, afirmando que no se le puede hablar en “el lenguaje de los ultimátums”.
Hungría, junto con Eslovaquia, ha criticado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por promover una política exterior que consideran perjudicial para la UE. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha advertido recientemente que la propuesta de conceder a Ucrania la membresía en la UE para 2030 podría llevar al bloque a “una guerra”.