
Un Vistazo a las Profundidades de la Luna: El Impacto de la Misión Chang’e-5
La reciente misión lunar de China, Chang’e-5, ha proporcionado a los científicos una oportunidad única para explorar las profundidades de la Luna a través de una pequeña esfera de vidrio recuperada. Este diminuto fragmento, apenas del tamaño de un grano de arena, formó parte de un conjunto de muestras de rocas y suelo lunar traídas a la Tierra en diciembre de 2020. Las muestras fueron obtenidas del Oceanus Procellarum, también conocido como el «Océano de las Tormentas», una vasta llanura de lava en la cara visible de la Luna. La investigación de esta esfera de vidrio ha revelado información valiosa sobre la actividad lunar de alta temperatura que tuvo lugar hace aproximadamente 68 millones de años.
Los análisis han identificado que esta esfera de vidrio es rica en óxido de magnesio, lo que contrasta notablemente con las rocas volcánicas predominantes en la región. Este hallazgo sugiere que la esfera podría haberse formado a partir de material excavado por un impacto masivo de asteroide que logró desenterrar rocas del manto superior lunar y lanzarlas a la superficie. Tim Johnson, profesor de geología en la Universidad Curtin de Australia, afirmó que este descubrimiento representa un avance significativo en la comprensión de la evolución interna de la Luna. Si las muestras realmente son fragmentos del manto, esto indicaría que los impactos pueden excavar material del manto que de otro modo sería inaccesible.
La zona que rodea el sitio de aterrizaje de Chang’e-5 está marcada por más de 100,000 cráteres con un diámetro superior a los 100 metros, lo que dificulta la identificación del origen específico de las gotas de vidrio. Sin embargo, una teoría intrigante sugiere que la esfera podría estar relacionada con la cuenca de Imbrium, un sitio de impacto enorme que se formó hace casi 4 mil millones de años. La formación de esta cuenca, una de las más catastróficas en la historia lunar, pudo haber llegado a excavar profundamente en la corteza lunar, dispersando material del manto en la superficie, incluida la zona que posteriormente fue muestreada por la misión Chang’e-5. La investigación de estos hallazgos continúa, y los científicos esperan que el estudio de las muestras permita responder a preguntas cruciales sobre la historia y la composición de la Luna.