
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado que Estados Unidos está relajando las sanciones impuestas a la industria de defensa turca y ha aprobado un importante acuerdo de venta de armas. Esta decisión se produce tras un periodo de tensiones entre Ankara y Washington, que se intensificaron en 2020 cuando Estados Unidos impuso restricciones bajo la Ley de Sanciones para Contrarrestar a los Adversarios de América (CAATSA), en respuesta a la compra por parte de Turquía del sistema de defensa aérea S-400 de fabricación rusa.
Erdogan ha defendido la soberanía de Turquía en la elección de sus proveedores de armas, rechazando las presiones de Estados Unidos para abandonar el acuerdo con Moscú. En declaraciones a la prensa, el mandatario turco afirmó: “Podemos decir con seguridad que las sanciones de CAATSA están siendo suavizadas”, tras su regreso de la cumbre de la Comunidad Política Europea en Albania.
Relaciones entre Turquía y Estados Unidos
El alivio de las restricciones coincide con la aprobación por parte de Estados Unidos de una posible venta de misiles por un valor superior a 300 millones de dólares. Erdogan describió este movimiento como un paso hacia la eliminación de las barreras restantes entre ambos aliados de la OTAN, subrayando que “como dos grandes aliados de la OTAN, no debería haber restricciones en defensa”.
Durante una conversación telefónica en marzo, Erdogan instó al presidente estadounidense, Donald Trump, a levantar las sanciones, finalizar un acuerdo de 23 mil millones de dólares para la compra de 40 cazas F-16 y reinstalar a Turquía en el programa de cazas F-35, del cual fue excluido en 2019 debido a preocupaciones sobre la seguridad del jet, dado el potencial compromiso que suponía el sistema S-400 ruso.
Trump, quien ha calificado su relación con Erdogan como “excelente”, ha mostrado apertura a la reintegración de Turquía en el programa F-35, siempre que el sistema S-400 sea desmantelado o reubicado en una base controlada por Estados Unidos. En una reciente conversación, ambos líderes también discutieron sobre Siria, Gaza y los esfuerzos para poner fin al conflicto en Ucrania.
Además, Turquía ha desempeñado un papel mediador en el conflicto entre Rusia y Ucrania, al albergar las primeras negociaciones directas entre ambos países en tres años, donde se acordó un importante intercambio de prisioneros.