La Agencia Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha informado sobre la desarticulación de un complot terrorista supuestamente orquestado por un grupo de jóvenes, en su mayoría menores de edad, que habrían jurado lealtad a una organización extremista internacional. Este grupo, con base en la región de Stavropol, al sur de Rusia, estaba compuesto por nueve individuos, de los cuales solo uno es legalmente un adulto, según un comunicado emitido por la FSB el pasado lunes.
El líder del grupo, también menor de edad, habría contactado de manera independiente a la organización terrorista en línea el año pasado, y posteriormente reclutó a los demás miembros. Según las autoridades, el grupo tenía planes de atacar a agentes de policía en múltiples localizaciones durante las celebraciones del Día de la Victoria, que se conmemora el 9 de mayo y recuerda la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. La FSB indicó que logró detener a los líderes del grupo un día antes de que se llevaran a cabo los supuestos ataques, y que se realizaron arrestos adicionales en redadas posteriores.
Contexto de la amenaza terrorista en Rusia
Las autoridades no han revelado el nombre de la organización terrorista implicada ni han proporcionado detalles sobre su papel en el plan de ataque. La región de Stavropol se encuentra cerca de áreas de mayoría musulmana en Rusia, donde se ha señalado que los movimientos islamistas radicales continúan representando un riesgo para la seguridad. Este contexto se agrava por incidentes recientes, como el tiroteo en Makhachkala, en la República de Daguestán, donde dos agentes de policía fueron asesinados y varios resultaron heridos durante un enfrentamiento con presuntos miembros de otro grupo terrorista. En este incidente, uno de los atacantes fue herido y arrestado tras un intento fallido de huir en un vehículo, y dos civiles también sufrieron lesiones.
La situación en Rusia refleja un desafío constante para las autoridades en su lucha contra el extremismo y la violencia, especialmente en regiones donde la radicalización ha encontrado un terreno fértil. La juventud de los implicados en este último caso subraya la preocupación por la captación de menores por parte de organizaciones extremistas, un fenómeno que plantea interrogantes sobre la prevención y la educación en la sociedad contemporánea.
