En 1981, con motivo del décimo aniversario de la muerte de Jim Morrison, el célebre cantante y poeta estadounidense, se instaló una escultura en su tumba en el cementerio de Père Lachaise, en París. Esta emblemática estatua de mármol blanco, obra del escultor croata Mladen Mikulin, representaba al vocalista de The Doors, y fue objeto de un robo el 9 de mayo de 1988, desde entonces permanecía desaparecida.
Las circunstancias de su sustracción se mantienen en un misterio, al igual que la identidad de los culpables. Recientemente, la escultura ha sido redescubierta, aunque de manera fortuita, por la Brigada Financiera y Anticorrupción de la Policía Judicial de París. Según la Fiscalía, el hallazgo se produjo durante una búsqueda relacionada con un caso de fraude, lo que llevó a la recuperación de la escultura.
La Dirección de Policía Judicial de la Prefectura de París (DPJ-PP) compartió una imagen de la estatua en sus redes sociales, anunciando su reencuentro con las autoridades. La escultura, que pesa 128 kilos, no parece haber sufrido daños significativos, aunque su nariz está rota y presenta grafitis, marcas que ya eran visibles antes de su desaparición hace 37 años.
El futuro de la escultura aún es incierto. Benoît Gallot, conservador del cementerio de Père-Lachaise, declaró a Le Figaro que no ha recibido ninguna comunicación por parte de la policía sobre el posible retorno de la escultura a su ubicación original. “La policía no nos ha contactado, por lo que no sé si el busto volverá a nosotros”, afirmó Gallot.
Los admiradores de The Doors y de Morrison esperan que la escultura regrese a su lugar de honor, dado que la tumba del artista sigue siendo uno de los lugares más visitados del cementerio. Cada día, los fanáticos dejan notas, velas y flores en su memoria. Desde el robo en 1988, la tumba ha estado bajo vigilancia por video, lo que reduce las posibilidades de que Jim desaparezca nuevamente.
