Gary Lineker, exfutbolista inglés y actual figura mediática, dejará su puesto como presentador de la BBC tras la controversia generada por un post en Instagram relacionado con el sionismo. Lineker, quien percibe aproximadamente 1,3 millones de libras anuales, había planeado abandonar su rol en el programa insignia de fútbol «Match of the Day» al final de esta temporada, pero la BBC ha anunciado que se apartará por completo de la cadena después de la última entrega del programa el próximo fin de semana.
La polémica se originó cuando Lineker compartió un post del grupo Palestine Lobby que incluía una imagen de una rata y el título “El sionismo explicado en dos minutos”. La representación de ratas ha sido históricamente utilizada en propaganda antisemita, incluyendo por los nazis en la Alemania de los años 30. En respuesta a la situación, el director general de la BBC, Tim Davie, declaró que Lineker había reconocido su error y que era necesario que los presentadores de la cadena fueran ejemplos de los valores de la BBC.
Lineker, quien se disculpó públicamente y afirmó que no tenía intención de compartir contenido antisemita, expresó su pesar por el malentendido. En un comunicado, indicó que siempre ha defendido a las minorías y se opone rotundamente al antisemitismo. Además, reconoció que su comportamiento en redes sociales había causado fricciones con la BBC respecto a las directrices de imparcialidad, que fueron revisadas tras su suspensión temporal en marzo de 2023 por comentarios críticos hacia la política de asilo del gobierno británico.
A lo largo de su carrera como presentador desde 1999, Lineker ha utilizado su estatus como freelance para colaborar con otras cadenas, como NBC y Al Jazeera. Recientemente, fue uno de los firmantes de una carta abierta que instaba a la BBC a retransmitir un documental titulado «Gaza: Cómo sobrevivir en una zona de guerra», que fue retirado debido a la controversia en torno a su narrador, hijo de un oficial de Hamas.
El futuro de Lineker en los medios, así como las implicaciones de su salida de la BBC, permanecerán bajo el escrutinio público, en un contexto donde la imparcialidad en la comunicación se vuelve cada vez más relevante.
