
En el mundo de la inversión, la figura de las oficinas familiares ha cobrado un protagonismo notable, posicionándose como competidores serios frente a los fondos de capital de riesgo y de capital privado. David Adelman, empresario y fundador de la oficina familiar Darco Capital, ha compartido su visión sobre este fenómeno en un reciente artículo, destacando las ventajas que estos vehículos de inversión pueden ofrecer en el ámbito de las startups.
Actualmente, las oficinas familiares gestionan activos que superan los 3 billones de dólares, lo que les otorga una considerable capacidad para desafiar a los grandes fondos en la búsqueda de oportunidades de inversión y fusiones. Adelman señala que, a diferencia de los fondos tradicionales, las oficinas familiares pueden ofrecer una experiencia empresarial más sólida y un capital más paciente, lo cual resulta crucial en tiempos de incertidumbre económica. “Estamos aquí para el largo plazo”, afirma Adelman, subrayando que muchos fondos se desentienden en momentos difíciles, lo que puede agravar la situación de las empresas emergentes.
Un nuevo enfoque hacia la inversión en startups
La pandemia de Covid-19 puso a prueba la solidez de muchas empresas, y mientras que los grandes fondos dudaban en proporcionar apoyo adicional, Darco Capital extendió líneas de crédito a bajo costo a varias de sus inversiones. Adelman recuerda que, en momentos de crisis, la empatía y el apoyo continuo son fundamentales para ayudar a las startups a sobrevivir y prosperar. “He estado allí, he tenido momentos difíciles en mi carrera. Si alguien me hubiera apretado, podría haber empeorado las cosas”, reflexiona.
A diferencia de la mentalidad tradicional de preservación de riqueza que ha caracterizado a muchas oficinas familiares, una nueva generación de estas oficinas busca activamente lanzar nuevos startups. Según una encuesta reciente, el 50% de las oficinas familiares planea invertir directamente en startups en los próximos dos años, en lugar de hacerlo a través de fondos convencionales. No obstante, este enfoque directo conlleva riesgos que deben ser gestionados con cautela.
Adelman destaca la importancia de entender el modelo de negocio antes de invertir, y subraya que no invertirá en algo que no comprenda. Además de los modelos de negocio, también pone un fuerte énfasis en la calidad de los fundadores. En su inversión en la empresa de calzado femenino Margaux, su decisión se basó en la confianza en las fundadoras, lo que refleja un enfoque integral hacia la inversión que va más allá de los números.
Un aspecto crucial de la filosofía de Adelman es buscar inversiones que generen un impacto social positivo. Desde su oficina familiar, ha apoyado iniciativas que mejoran la vida financiera de las poblaciones jóvenes y desatendidas, como es el caso de cred.ai, una fintech que ayuda a construir crédito a través de una tarjeta de débito. “Como gran empleador, la pregunta es qué puedes hacer para demostrar que te importa”, sostiene, indicando que el bienestar financiero puede ser una vía para demostrar compromiso social.
La capacidad de las oficinas familiares para adaptarse y responder a las necesidades del mercado es una característica que las diferencia de los modelos de inversión más tradicionales. Adelman resalta que, en un entorno en constante cambio, la flexibilidad y la comprensión del contexto son esenciales para el éxito. Esta filosofía de inversión, centrada en el apoyo a emprendedores y en la creación de valor social, puede ser un modelo a seguir en un mundo que a menudo prioriza el beneficio inmediato sobre el desarrollo sostenible.