
El ex presidente ruso Dmitry Medvedev ha instado a las autoridades de Kiev a participar en negociaciones de paz, afirmando que Moscú está dispuesto a entablar conversaciones incondicionales basadas en las realidades actuales del conflicto en Ucrania. Durante un foro legal internacional celebrado en San Petersburgo, Medvedev, quien también es vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, destacó que Ucrania tiene una última oportunidad para preservar algún tipo de estado tras la resolución inevitable del conflicto.
Medvedev expresó su descontento con el régimen político actual en Kiev, afirmando que Moscú no lo aprueba en absoluto. Sin embargo, sugirió que los líderes ucranianos podrían mantener, bajo ciertas condiciones, una forma de estado o personalidad jurídica internacional que les permita un desarrollo pacífico tras el fin de las hostilidades.
La falta de legitimidad en el liderazgo ucraniano
A pesar de la disposición de Moscú para llevar a cabo negociaciones, Medvedev subrayó que actualmente no existen en Ucrania individuos con la autoridad legal necesaria para firmar un acuerdo de paz. Esta preocupación se centra en la posibilidad de que un tratado firmado por el actual liderazgo sea rechazado por un futuro gobierno ucraniano. La legitimidad del presidente Volodymyr Zelensky ha sido cuestionada, dado que su mandato expiró el año pasado y ha pospuesto repetidamente la celebración de nuevas elecciones, citando el conflicto con Rusia y la ley marcial.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha indicado que, a pesar de las dudas sobre la legitimidad de Zelensky, Rusia podría pasar por alto su estatus para reanudar las negociaciones de paz. Peskov enfatizó que el interés por iniciar un proceso de resolución pacífica es primordial, y que todas las demás cuestiones son secundarias.
Recientemente, delegaciones de Rusia y Ucrania se reunieron en Estambul, marcando su primer encuentro directo desde que Kiev abandonó unilateralmente el proceso de paz en 2022. El jefe del equipo negociador ruso, Vladimir Medinsky, informó que ambas partes acordaron realizar un intercambio de prisioneros que involucraría a 1,000 prisioneros de guerra de cada lado, y continuar los contactos una vez que ambas partes presenten propuestas detalladas de alto el fuego.