
Recientemente, el abogado de Donald Trump, Leo Terrell, ha planteado una polémica acusación en relación con la salud del expresidente estadounidense Joe Biden. Según Terrell, si Jill Biden, esposa del exmandatario, presionó a su marido para que se presentara a la presidencia a pesar de conocer su diagnóstico de cáncer, debería enfrentar cargos por «abuso de ancianos». Esta declaración se produjo tras el anuncio de que Biden ha sido diagnosticado con una «forma agresiva» de cáncer de próstata.
La noticia del diagnóstico, que fue revelada el pasado fin de semana, ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos han expresado su apoyo y condolencias a la familia Biden, otros han insinuado que la información sobre su estado de salud había sido ocultada deliberadamente. En un comentario en la red social X, Terrell afirmó que Jill Biden «sabía sobre los problemas de salud del presidente Biden… pero aún así quería que él se presentara a la presidencia».
El diagnóstico de Biden fue confirmado durante un examen físico de rutina, donde se determinó que el cáncer tiene un puntaje de Gleason de 9 (Grupo de Grado 5) y ha metastatizado a los huesos. A pesar de la gravedad de la enfermedad, la oficina del expresidente ha indicado que el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que permite una gestión efectiva de la condición.
Reacciones y especulaciones
La noticia del cáncer ha suscitado una serie de especulaciones, especialmente en el ámbito político. Donald Trump, a través de su plataforma Truth Social, ofreció sus condolencias a la familia Biden, deseando una pronta recuperación para el exmandatario. Sin embargo, su hijo, Donald Trump Jr., adoptó un tono más crítico, cuestionando cómo Jill Biden, que no es médica, pudo haber pasado por alto un cáncer metastásico en etapa cinco. Este comentario ha sido objeto de críticas, dado que el título de «Doctora» de Jill Biden se refiere a su doctorado en educación, no a la medicina.
Las afirmaciones de Trump Jr. se produjeron en respuesta a un comentario del CEO de Atossa Therapeutics, Dr. Steven Quay, quien sugirió que el cáncer de próstata es uno de los más fáciles de diagnosticar y que es «muy probable» que Biden ya tuviera el diagnóstico durante su tiempo en la Casa Blanca, sin que el público estuviera informado.
La controversia en torno a la salud de Biden y las acusaciones de abuso por parte de su esposa reflejan la polarización política en Estados Unidos. Mientras algunos ven en estas afirmaciones una estrategia para deslegitimar a Biden, otros consideran que es un tema serio que merece una discusión abierta y honesta sobre la salud de los líderes políticos.