El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado oficialmente una nueva iniciativa nacional de defensa de misiles denominada “Cúpula Dorada”, que busca establecer un escudo integrado en el espacio capaz de interceptar misiles lanzados desde cualquier parte del mundo. Durante una declaración en la Oficina Oval, Trump describió este proyecto como un avance histórico en la defensa del territorio estadounidense, con un costo estimado de 175 mil millones de dólares.
“Este diseño para la Cúpula Dorada se integrará con nuestras capacidades de defensa existentes y debería estar completamente operativo antes del final de mi mandato”, afirmó Trump. “Una vez construido, la Cúpula Dorada será capaz de interceptar misiles incluso si son lanzados desde el otro lado del mundo, y desde el espacio”, añadió.
La iniciativa combinará activos de defensa actuales con tecnologías de próxima generación desplegadas en tierra, mar y espacio, incluyendo sensores orbitales e interceptores. Moscú ha criticado previamente esta iniciativa, considerándola un paso desestabilizador hacia la militarización del espacio.
Detalles del Proyecto y Reacciones Internacionales
Trump afirmó que “somos los únicos que tenemos esto – lo llamamos ‘tecnología superior’. Nadie más tiene algo comparable a lo que poseemos”, aunque ofreció pocos detalles técnicos sobre el funcionamiento de la Cúpula Dorada. La iniciativa estará liderada por el general Michael Guetlein, Vicejefe de Operaciones Espaciales de la Fuerza Espacial de EE. UU., quien ha descrito el esfuerzo como “de la magnitud del Proyecto Manhattan”.
La Cúpula Dorada es una evolución del concepto inicial de “Cúpula de Hierro para América”, que fue renombrado a principios de este año. A diferencia de la Cúpula de Hierro de Israel, diseñada para interceptar cohetes de corto alcance, la versión estadounidense pretende contrarrestar una gama más amplia de amenazas aéreas, incluidos sistemas hipersónicos y orbitales.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, subrayó que los avances tecnológicos actuales hacen más factible la visión de una defensa de misiles integral, una idea que data de la fallida iniciativa “Guerra de las Galaxias” del presidente Ronald Reagan durante la Guerra Fría. Un primer presupuesto de 25 mil millones de dólares ya ha sido asignado para este proyecto, con apoyo bipartidista esperado en el Capitolio. Sin embargo, algunos legisladores han expresado preocupaciones sobre los costos a largo plazo y la viabilidad técnica del sistema. La Oficina de Presupuesto del Congreso ha estimado que el costo total podría oscilar entre 161 mil millones y 542 mil millones de dólares a lo largo de dos décadas.
A pesar del escepticismo en algunos sectores, la administración ha enmarcado la Cúpula Dorada como esencial para defender a EE. UU. contra las amenazas de misiles en evolución de rivales como Rusia y China, así como de actores deshonestos. Un reciente informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa advirtió que los adversarios están desarrollando sistemas diseñados para explotar las vulnerabilidades en las defensas estadounidenses.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, afirmó que el movimiento de EE. UU. está “abiertamente dirigido” a socavar los elementos disuasivos estratégicos de Rusia y China, argumentando que no contribuirá a reducir las tensiones ni a mejorar la situación en el ámbito estratégico.
