
El Lago Tahoe, conocido por sus aguas cristalinas, está experimentando cambios significativos en la radiación ultravioleta (UV) debido al impacto del cambio climático, que intensifica las variaciones entre periodos húmedos y secos en la región. Este hallazgo proviene de un estudio realizado por el Centro de Investigación Ambiental de Tahoe de la Universidad de California, Davis, en colaboración con la Universidad de Miami en Ohio.
Publicado en Limnology and Oceanography Letters, el estudio analizó un registro de 18 años de irradiancia submarina en el Lago Tahoe. Los investigadores encontraron diferencias de hasta 100 veces en la radiación UV entre un año húmedo y uno seco. Estas fluctuaciones están asociadas con las extremas condiciones climáticas locales, que provocan variaciones en la materia particulada y en la materia orgánica disuelta en el agua del lago.
Impacto de la radiación UV en el ecosistema acuático
La radiación UV penetra más profundamente en cuerpos de agua claros, como los lagos alpinos o polares. En el caso del Lago Tahoe, puede alcanzar decenas de pies de profundidad, mientras que en lagos menos transparentes, la radiación UV puede llegar solo a unos pocos centímetros. Según Shohei Watanabe, autor principal del estudio, «en un año húmedo, la radiación UV penetra menos, mientras que en un año de sequía, más radiación UV atraviesa el agua, reduciendo el ‘protector solar’ del lago y haciéndolo vulnerable a quemaduras solares severas».
La radiación UV tiene efectos amplios en los ecosistemas acuáticos, afectando el ciclo del carbono y el comportamiento de peces y zooplancton. También puede suprimir la fotosíntesis, que es fundamental para el ecosistema del lago. Comprender cómo está cambiando esta radiación es crucial para que los gestores de recursos naturales y otros actores puedan anticipar cambios y mejorar la resiliencia de estos ecosistemas.
El estudio revela la estrecha relación entre los cambios en la radiación UV y los ciclos húmedos-secos, sugiriendo que el monitoreo de la radiación submarina puede servir como un indicador de las alteraciones causadas por el clima en los lagos.
El monitoreo a largo plazo de la radiación UV submarina en lagos es poco común. Los investigadores de UC Davis han estado observando el Lago Tahoe desde 1968. La medición de radiación UV submarina se incorporó en 2006 como parte de un proyecto de investigación colaborativo con la Universidad de Miami. Este estudio analizó 18 años de datos hasta 2023. Watanabe destaca la importancia de contar con un conjunto de datos a largo plazo: «Para entender lo que realmente está sucediendo en la naturaleza, el conjunto de datos a largo plazo es fundamental. Uno o dos años de datos no podrían revelar esta clase de fluctuaciones enormes relacionadas con perturbaciones climáticas».