
Observan la fusión de dos galaxias en el temprano universo
Astrónomos han logrado observar el acercamiento de dos galaxias distantes, cada una con un número comparable de estrellas a las de nuestra Vía Láctea. Este encuentro, que se produce en una época en la que el universo tenía aproximadamente una quinta parte de su edad actual, presenta un escenario que recuerda a dos caballeros cargando en un torneo medieval. Las observaciones se llevaron a cabo utilizando telescopios ubicados en Chile y permiten vislumbrar cómo estas galaxias existían hace unos 11.4 mil millones de años, aproximadamente 2.4 mil millones de años después del Big Bang.
En el núcleo de una de estas galaxias se encuentra un cuásar, un objeto extremadamente luminoso alimentado por gas y otros materiales que caen en un agujero negro supermasivo. La intensa radiación emitida por el cuásar interfiere con nubes de gas y polvo molecular en la otra galaxia. Estas nubes son el lugar de nacimiento de las estrellas, sin embargo, los efectos de la radiación del cuásar han transformado estas nubes en «pequeños conglomerados densos que son demasiado pequeños para formar estrellas», según explica el astrofísico Sergei Balashev, coautor del estudio publicado en la revista Nature. Este fenómeno es el primero de su tipo en ser documentado.
Los investigadores han comparado la interacción entre las dos galaxias con un torneo medieval. «Al igual que los caballeros que se lanzan el uno contra el otro, estas galaxias se acercan rápidamente. Uno de ellas, el anfitrión del cuásar, emite un potente haz de radiación que atraviesa la galaxia compañera, como una lanza. Esta radiación ‘hiere’ a su ‘oponente’ al perturbar el gas», comenta el astrónomo Pasquier Noterdaeme, coautor del estudio. La masa del agujero negro que alimenta el cuásar observado se estima en alrededor de 200 millones de veces la masa del Sol, superando con creces al agujero negro supermasivo en el centro de nuestra Vía Láctea, que tiene una masa de aproximadamente 4 millones de veces la del Sol.
Los científicos utilizaron el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para caracterizar las dos galaxias y el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral para investigar el cuásar y el gas en la galaxia compañera. La configuración de las galaxias desde la perspectiva de la Tierra permitió a los investigadores observar la radiación del cuásar pasando directamente a través de la galaxia compañera. La mayoría de las fusiones galácticas observadas por los astrónomos han ocurrido más tarde en la historia del universo, lo que hace que este hallazgo sea particularmente significativo en el estudio de la formación y evolución galáctica.