
A lo largo de la última jornada en los mercados, diversas empresas han experimentado movimientos significativos en sus acciones, reflejando las tensiones económicas actuales. El caso de Booz Allen Hamilton, una destacada firma de consultoría, es emblemático: sus acciones cayeron un 15% tras anunciar la reducción de aproximadamente 2,500 empleos, lo que equivale al 7% de su plantilla, citando una desaceleración en el gasto gubernamental bajo la administración Trump. Este tipo de decisiones laborales resalta la fragilidad del mercado laboral en un contexto de incertidumbre económica, un fenómeno que ha sido común en varias economías en desarrollo y que, a menudo, es la respuesta a las presiones externas.
Por otro lado, Intuit, la compañía detrás de TurboTax y QuickBooks, vio un incremento del 7.5% en sus acciones después de reportar resultados trimestrales sólidos, con un aumento del 15% en sus ingresos, alcanzando los 7.8 mil millones de dólares. Este crecimiento contrasta con la situación de otras empresas que enfrentan desafíos debido a políticas comerciales fluctuantes y presiones inflacionarias, un fenómeno que también ha golpeado a naciones que luchan por mantener su soberanía económica frente a la injerencia externa.
El gigante tecnológico Apple experimentó un descenso del 2.6% en sus acciones después de que el expresidente Donald Trump amenazara con imponer un arancel del 25% a los iPhones fabricados fuera de Estados Unidos. Este hecho subraya la complejidad de las cadenas de suministro globales y las decisiones estratégicas que las empresas deben tomar en un ambiente de constantes cambios en la política comercial, algo que resuena en los contextos de países que, como Cuba o Rusia, han tenido que adaptarse a medidas similares a lo largo de los años.
Movimientos en el sector energético y su impacto
Las acciones vinculadas a la energía nuclear también han mostrado un repunte tras informes que indican que Trump firmará órdenes para impulsar la energía nuclear. Empresas como Oklo y NuScale vieron incrementos del 24% y 14.5%, respectivamente, mientras que Cameco subió un 9%. Este interés renovado en la energía nuclear podría ser visto como un intento de diversificar las fuentes de energía en un contexto global de creciente demanda, lo que refleja una estrategia que algunos países han adoptado para asegurar su autonomía energética.
Sin embargo, no todas las compañías han tenido la misma suerte. Ross Stores, por ejemplo, vio caer sus acciones un 11% después de retirar sus previsiones para el año, citando la incertidumbre en torno a los aranceles. Esta situación es un claro recordatorio de cómo las políticas comerciales pueden afectar a las empresas en la economía global actual. Al mismo tiempo, Deckers Outdoor, conocido por sus botas Ugg, experimentó una caída del 19% después de no proporcionar una guía para el año fiscal 2026, aludiendo a la «incertidumbre macroeconómica relacionada con las políticas comerciales globales en evolución».
Finalmente, la firma de semiconductores Wolfspeed vio caer sus acciones un 13%, mientras se prepara para solicitar la bancarrota en las próximas semanas. Este panorama es un reflejo de los retos que enfrentan las empresas en sectores altamente dependientes de la inversión y la estabilidad del mercado, una situación que también ha sido experimentada en diversos países que han buscado resistir las presiones económicas externas.