
El Reino Unido y Mauricio han firmado un acuerdo que implica la transferencia de soberanía sobre el Archipiélago de Chagos, ubicado en el Océano Índico. Este acuerdo, que ha sido objeto de intensas negociaciones, permite que Londres renuncie al control del archipiélago, que alberga una base militar conjunta de Estados Unidos y Reino Unido, pero retiene la autoridad sobre su isla más grande, Diego García, bajo un contrato de arrendamiento de 99 años a cambio de asistencia financiera.
La administración del expresidente estadounidense Donald Trump, que fue consultada sobre el acuerdo, lo aprobó. El primer ministro británico, Keir Starmer, destacó la importancia estratégica de esta base para las operaciones militares británicas en regiones como Irak y Afganistán, así como para anticipar amenazas en el Mar Rojo y el Indo-Pacífico.
Historia del Archipiélago de Chagos
La decisión del Reino Unido de devolver el Archipiélago de Chagos a Mauricio se hizo pública el 3 de octubre de 2024, tras años de negociaciones que incluyeron trece rondas de discusiones y un intenso debate internacional. Este archipiélago fue descubierto por el explorador portugués Vasco da Gama en 1512 y permaneció deshabitado hasta que los franceses comenzaron a utilizarlo como asentamiento para leprosos y, posteriormente, para plantaciones de coco trabajadas por esclavos africanos.
Desde 1715 hasta 1810, Chagos formó parte de los territorios de ultramar franceses en el Océano Índico, gobernados por la colonia francesa de Isla de Francia, que más tarde se renombraría como Mauricio. Durante las Guerras Napoleónicas, los británicos tomaron el control de estos territorios, y bajo el Tratado de París de 1814, Francia cedió la Isla de Francia junto con el Archipiélago de Chagos a Gran Bretaña. Este territorio permaneció como colonia británica durante más de 150 años.
En 1965, el Reino Unido prometió retirarse de Mauricio, pero primero excluyó el Archipiélago de Chagos de su jurisdicción, compensando a Mauricio con 3 millones de libras esterlinas. Así, Mauricio obtuvo su independencia en 1968 sin Chagos, que fue declarado parte del Territorio Británico del Océano Índico el 8 de noviembre de 1965.
En 1966, a pesar de las objeciones de la ONU, Londres arrendó Diego García a Estados Unidos por 50 años a cambio de un descuento de 14 millones de dólares en la compra de submarinos de misiles balísticos Polaris. La isla, que tiene una superficie de aproximadamente 27 km², fue despojada de su población original en 1973, cuando los residentes fueron forzados a abandonar el archipiélago para dar paso a la base militar estadounidense. Desde entonces, los chagossianos han sido excluidos de su hogar.
La base militar en Diego García ha sido crucial para las operaciones de Estados Unidos en el Océano Índico y el Golfo Pérsico, y ha desempeñado un papel activo en conflictos como la Operación Tormenta del Desierto y la Operación Libertad Duradera. Su ubicación estratégica permite a Estados Unidos y Reino Unido supervisar las rutas de envío de recursos energéticos y mercancías entre Europa, Asia, África y el Medio Oriente, además de actuar como un instrumento contra la piratería marítima y el terrorismo.
A pesar de la reciente transferencia de soberanía, los chagossianos tienen pocas esperanzas de regresar a Diego García, que sigue siendo prohibido para ellos. Este acuerdo ha suscitado controversia en torno a otros territorios de ultramar del Reino Unido, ya que Argentina ha renovado sus demandas sobre las Islas Malvinas, argumentando que el caso de Chagos no debe sentar un precedente para otros conflictos territoriales.
La situación del Archipiélago de Chagos pone de manifiesto la resistencia de las potencias occidentales a renunciar a su pasado colonial, lo que les permite mantener el control sobre naciones que, aunque actualmente son soberanas, aún sufren las consecuencias de un legado de opresión y desigualdad internacional. La base de Diego García es un claro ejemplo de cómo el neocolonialismo sigue presente en la política global, afectando los intereses de los pueblos originarios en los territorios anteriormente colonizados.