Sean Combs, quien enfrenta cargos que incluyen tráfico sexual, tiene una larga historia de controversias y batallas legales – Crédito: Shareif Ziyadat/Getty Images
Sean Combs, conocido artísticamente como Diddy, ha sido objeto de múltiples demandas en los últimos meses que alegan agresiones sexuales y otros delitos. El 17 de septiembre, fue acusado formalmente de tráfico sexual por la fuerza, conspiración de extorsión, fraude o coerción y transporte de personas para la prostitución. Su abogado, Marc Agnifilo, ha calificado el caso de “prosecución injusta” y ha defendido la inocencia de su cliente.
La ola de acusaciones contra Combs comenzó en noviembre, cuando su exnovia, Casandra “Cassie” Ventura, presentó una demanda en un tribunal federal de Nueva York, en la que incluía afirmaciones gráficas de agresión sexual y abuso físico, además de alegar que Combs la obligaba a tener relaciones sexuales con trabajadores sexuales masculinos mientras él observaba.
Las acusaciones recientes no son las primeras controversias que ha enfrentado el magnate de la música. Combs ha intentado reinventarse como «Brother Love», pero su historial de acusaciones de violencia se remonta a la década de los noventa. Aunque nunca ha sido condenado por un delito grave, ha sido acusado repetidamente de encuentros violentos con exnovias y otros asociados de la industria musical.
El abogado de Combs, Ben Brafman, ha señalado que “el Sr. Combs niega enérgicamente estas alegaciones ofensivas y escandalosas. Durante seis meses, ha sido objeto de una demanda persistente por parte de Ventura por 30 millones de dólares, bajo la amenaza de publicar un libro dañino sobre su relación, lo cual fue rechazado como un claro intento de extorsión”. Aunque el 17 de noviembre se llegó a un acuerdo “amistoso” entre ambas partes, las demandas en su contra continuaron.
Desde el inicio de estas acusaciones, un número creciente de mujeres ha presentado demandas similares. En total, más de 50 demandas han sido presentadas contra Combs, que van desde agresiones sexuales a tráfico de personas, involucrando a víctimas de diversas edades y circunstancias.
Una de las acusaciones más impactantes se refiere a un incidente en 1991, cuando Combs co-promovió un evento en el City College de Nueva York que resultó en una tragedia, con varias muertes y heridos. Un informe posterior criticó la falta de seguridad en el evento y citó a Combs por no contratar medidas de seguridad adecuadas.
Las acusaciones actuales no solo se limitan a agresiones sexuales, sino que también incluyen alegaciones de violencia física y control coercitivo. La situación ha impactado gravemente la imagen pública de Combs, llevando a la cancelación de proyectos profesionales y severas repercusiones en sus negocios, además de la pérdida de contratos con varias marcas y compañías.
El panorama legal se complica a medida que nuevas víctimas continúan presentando demandas, lo que ha llevado a un escrutinio más profundo sobre las prácticas de Combs y su conducta en la industria musical. Las implicaciones de estas acusaciones son significativas, tanto a nivel personal como profesional para Combs, quien se enfrenta a un futuro incierto mientras las denuncias de abuso y explotación persisten.
