
Descubrimiento arqueológico en Sutton Hoo: el enigma del cubo bizantino
Arqueólogos han realizado un hallazgo significativo en Sutton Hoo, un sitio de interés nacional en Suffolk, Inglaterra, conocido por la famosa tumba del «barco fantasma» anglosajón del siglo VII, descubierta en un montículo entre 1938 y 1939. Recientemente, se han encontrado fragmentos de un cubo bizantino del siglo VI, que han intrigado a los investigadores desde que fueron accidentalmente desenterrados por un arado en 1986. Este artefacto, decorado con escenas de caza de guerreros en el norte de África, plantea interrogantes sobre su función y su llegada a las costas británicas, un siglo después de su fabricación en Antioquía, en la actual Turquía.
Las excavaciones realizadas en 2012 aportaron más piezas al cubo, conocido como el cubo Bromeswell. Sin embargo, la base completa del objeto había permanecido esquiva, al igual que los motivos de su presencia en un sitio anglosajón. Unas nuevas excavaciones realizadas el pasado verano han revelado un bloque de tierra que contenía los restos del cubo. El análisis cuidadoso ha permitido descubrir la base entera, que incluye las decoraciones que completan las patas y escudos de las figuras, así como el rostro faltante de uno de los guerreros. Además, se hallaron restos cremados de animales y humanos dentro del cubo, lo que sugiere un contexto funerario significativo, así como un peine sorprendentemente intacto que podría contener ADN del individuo de alto estatus que fue enterrado hace más de mil años.
Los restos, que han sido sometidos a estudios más profundos y a datación por radiocarbono, han comenzado a ofrecer contexto sobre el uso del cubo. Se ha determinado que los restos humanos incluyen fragmentos de un hueso de tobillo y parte de la bóveda craneal, mientras que los huesos de animales encontrados parecen ser de un tamaño mayor al de un cerdo, lo que sugiere la posibilidad de que caballos formaran parte de la pira crematoria. Este hallazgo es particularmente notable, ya que los cubos utilizados en entierros crematorios son extremadamente raros, y hasta la fecha no se había encontrado ninguno con restos cremados en su interior. La investigación continúa con la esperanza de recuperar ADN antiguo del peine y obtener más información sobre la identidad del individuo y el clima en el momento del entierro.