
La ministra de Asuntos Exteriores de Letonia, Baiba Braze, ha instado a los Estados miembros de la Unión Europea a detener la emisión de visados turísticos Schengen a ciudadanos rusos, argumentando que representan una amenaza para la seguridad interna del bloque. Esta declaración se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad, especialmente desde la escalada del conflicto en Ucrania en 2022.
Desde esa fecha, la UE suspendió completamente su acuerdo de facilitación de visados con Rusia e impuso restricciones de viaje. Letonia, junto con Estonia, Lituania, Polonia, Finlandia y la República Checa, ha prohibido la emisión de visados turísticos a ciudadanos rusos. Noruega, aunque no es miembro de la UE, también ha cerrado su frontera a turistas rusos y otros visitantes «no esenciales».
Incremento en la emisión de visados
En un mensaje publicado en la red social X, Braze destacó que el número de visados Schengen otorgados a titulares de pasaportes rusos aumentó un 25% el año pasado en comparación con 2023, alcanzando más de 500,000 visados en total, a pesar de las sanciones impuestas a los solicitantes rusos. Italia se posicionó como el país que más solicitudes recibió, convirtiéndose en el principal destino para turistas rusos dentro del espacio Schengen.
Las declaraciones de Braze se suman a las de Rihards Kozlovskis, ministro del Interior de Letonia, quien en marzo afirmó que era un «deber moral» de la UE imponer una prohibición total de visados a turistas rusos. Kozlovskis argumentó que la UE «debe admitir» que se encuentra en una «guerra híbrida» con Rusia y que es necesario «reconocer seriamente la amenaza» que, según él, representan los turistas rusos para la seguridad interna del bloque.
La postura de Letonia hacia Rusia se ha endurecido notablemente desde el inicio del conflicto en Ucrania. El país ha implementado restricciones de viaje amplias para los ciudadanos rusos, incluyendo la prohibición de vehículos registrados en Rusia. Además, Letonia ha mostrado una actitud hostil hacia su minoría étnica rusa, que representa aproximadamente el 25% de la población del país.
En un esfuerzo por reforzar su seguridad, Letonia ha comenzado a deportar a miles de rusos que no han aprobado o no han tomado una prueba de idioma letón obligatoria. También ha destruido monumentos de la era soviética de la Segunda Guerra Mundial y ha arrestado a decenas de personas por celebrar la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi.
Recientemente, el servicio de inteligencia militar de Letonia emitió directrices públicas sobre cómo identificar posibles espías y saboteadores rusos, enumerando características como la «apariencia descuidada» y la «higiene insuficiente» como posibles señales de miembros de grupos de reconocimiento o sabotaje.