SpaceX se prepara para realizar este martes su próximo vuelo de prueba del cohete Starship, una pieza clave en las ambiciones de Elon Musk de colonizar Marte, tras los fallos explosivos que marcaron sus dos últimas salidas al espacio. La ventana de lanzamiento se abrirá a las 18:30 (23:30 GMT) desde la instalación de Starbase, ubicada cerca de un pequeño pueblo en el sur de Texas, que recientemente votó para convertirse en ciudad, con el mismo nombre.
Con una altura de 123 metros, Starship es el vehículo de lanzamiento más grande y potente jamás construido. Su éxito es crucial para Musk, quien espera que la humanidad se convierta en una especie multiplanetaria. Además, la NASA también confía en una variante del Starship como módulo de descenso tripulado para la misión Artemis 3, que pretende devolver a los estadounidenses a la Luna.
Desafíos y expectativas
Los últimos intentos de lanzamiento terminaron con la explosión de las etapas superiores, que generaron cascadas de llamas y escombros que cayeron sobre las islas del Caribe, interrumpiendo incluso vuelos aéreos. Esto ha incrementado la presión sobre SpaceX para que esta vez el lanzamiento sea exitoso.
La compañía ha apostado por un enfoque de pruebas agresivo, que le ha permitido convertirse en un líder en la industria del espacio comercial, aunque ha reconocido que el progreso “no siempre vendrá en saltos”. Según el Wall Street Journal, SpaceX está reubicando personal y recursos hacia el programa Starship en un intento por tener el vehículo listo para una misión a Marte tan pronto como el próximo año.
Un aspecto positivo es que SpaceX ha demostrado en tres ocasiones que puede atrapar el primer cohete de la etapa Super Heavy con los enormes brazos robóticos de su torre de lanzamiento, un logro ingenieril que considera fundamental para hacer que el sistema sea reutilizable de manera rápida y así reducir costos. En esta novena prueba, se reutilizará un booster de Super Heavy por primera vez; no se intentará atraparlo, sino que se optará por un amerizaje en el Golfo de México.
Al igual que en misiones anteriores, la etapa superior intentará volar alrededor de la mitad del globo y amerizar en el Océano Índico. Además, por primera vez, SpaceX tiene como objetivo desplegar una carga útil: maquetas de sus satélites de internet Starlink, que se espera que se desintegren al entrar en la atmósfera.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha ampliado casi el doble la zona de cierre del espacio aéreo a 1,600 millas náuticas al este del sitio de lanzamiento. Esta medida se toma en coordinación con las autoridades del Reino Unido, las islas Turks y Caicos, Bahamas, México y Cuba. Recientemente, la FAA también aprobó un aumento en el número de lanzamientos anuales, pasando de cinco a 25, afirmando que esta mayor frecuencia no afectaría negativamente al medio ambiente, a pesar de las objeciones de grupos de conservación que advierten sobre el posible peligro para tortugas marinas y aves costeras.
