
Una nueva investigación de la Universidad de Melbourne ha arrojado luz sobre el comportamiento reproductivo del sapo de los Alpes (Litoria verreauxii alpina), una especie que se encuentra al borde de la extinción debido a la enfermedad conocida como quitridiomicosis, provocada por un hongo. Desde 1980, esta enfermedad ha diezmado más del 80% de la población de estos anfibios, que ahora solo habitan en lugares aislados de la naturaleza.
Un hallazgo sorprendente sobre la reproducción
El estudio, publicado en la revista Open Biology, revela que los machos infectados de sapo de los Alpes están aumentando su esfuerzo reproductivo, logrando un 31% más de eventos de apareamiento en comparación con aquellos no infectados. Esta adaptación ha sido interpretada como una estrategia de supervivencia, ya que los sapos, al enfrentarse a una inminente muerte por la infección, parecen canalizar su energía en la reproducción antes de sucumbir.
La autora principal del estudio, la doctora Laura Brannelly, señala que estos resultados son contrarios a lo que se podría esperar en situaciones de enfermedad. «Anticipamos que un animal enfermo podría ser incapaz de reproducirse mientras ahorra energía para luchar contra una infección mortal. Sin embargo, nuestros hallazgos sugieren lo opuesto», explicó Brannelly. Este fenómeno de mayor actividad reproductiva ha permitido a los sapos de los Alpes sobrevivir en un entorno donde otros anfibios han desaparecido debido a la misma enfermedad.
Los machos infectados no solo logran reproducirse más, sino que también presentan una calidad de esperma superior en comparación con los machos sanos, produciendo más volumen de esperma y células más saludables. Además, estos machos parecen ser más atractivos para las hembras, mostrando un colorido mayor en su parche de garganta, un rasgo que las hembras prefieren al momento de seleccionar pareja.
La quitridiomicosis es responsable del declive de más de 500 especies de anfibios y ha llevado a la extinción de al menos 90 especies, afectando de manera particular a los anfibios australianos. Los investigadores consideran que este estudio ofrece perspectivas valiosas para la conservación de los sapos de los Alpes, sugiriendo la construcción de nuevos estanques de cría y la mejora de la conectividad entre poblaciones.
La doctora Brannelly concluye que entender cómo estos sapos logran sobrevivir en la naturaleza es fundamental para su gestión y conservación. «Sabemos que la reproducción es crítica para la supervivencia, y podemos ayudar a estos sapos protegiendo su hábitat actual y creando nuevos espacios de cría», destacó.
Con el apoyo adecuado y su ingeniosa estrategia de supervivencia, los investigadores esperan que, en un futuro cercano, los hermosos cantos del sapo de los Alpes resuenen nuevamente a lo largo de los Alpes australianos.