
Los Astronautas de Boeing se Adaptan Tras su Regreso a la Tierra
Butch Wilmore y Suni Williams, los astronautas estadounidenses que el año pasado fueron dejados en la Estación Espacial Internacional (EEI) por la problemática cápsula Starliner de Boeing, han comenzado su proceso de reintegración tras regresar a la Tierra en marzo. Ambos astronautas han pasado semanas en terapia física para adaptarse una vez más a la gravedad terrestre, un proceso que les ha llevado a trabajar intensamente con diversos programas de NASA y Boeing. Wilmore, de 62 años, explicó que «la gravedad es complicada durante un tiempo, y ese periodo varía de persona a persona, pero eventualmente se superan los problemas de equilibrio y neurológicos».
Durante su estancia en la EEI, Wilmore y Williams, que realizaron un vuelo de prueba de Starliner de ocho días que se convirtió en una permanencia de nueve meses en el espacio, han tenido que readaptar sus músculos y su sentido del equilibrio. Este proceso, que suele durar unas 45 días para los astronautas que regresan de misiones prolongadas, implica un régimen de entrenamiento intenso que incluye al menos dos horas diarias de trabajo con los especialistas en fuerza y readaptación de NASA. Williams, de 59 años, comentó que la recuperación ha sido un «torbellino», ya que también deben cumplir con sus obligaciones hacia el personal con el que trabajaron en la EEI.
El regreso a la gravedad ha traído consigo efectos inesperados. Wilmore, que ya había experimentado problemas en el cuello y la espalda antes de su vuelo, se encontró con un dolor de cuello apenas regresó a la Tierra, una molestia que había desaparecido durante su estancia en el espacio. «Mientras aún estábamos flotando en la cápsula en el océano, mi cuello comenzó a doler», relató entre risas. Por su parte, Williams notó que algunos efectos secundarios de su vuelo espacial tardaron más en desaparecer y que se sentía fatigada en las etapas finales de su recuperación. Sin embargo, hace poco más de una semana, pudo volver a levantarse temprano, lo que interpretó como un signo positivo de su retorno a la normalidad.
Desafíos del Programa Starliner
El programa Starliner de Boeing ha enfrentado serios problemas técnicos, lo que llevó a NASA a regresar la cápsula sin tripulación el año pasado y a incluir a los dos astronautas en el programa de rotación estándar a largo plazo de la EEI. Boeing ha acumulado pérdidas de 2.000 millones de dólares en el desarrollo de Starliner y se enfrenta a una decisión inminente por parte de NASA sobre la realización de un nuevo vuelo no tripulado antes de que la cápsula transporte humanos nuevamente. Williams sugirió que realizar un vuelo no tripulado parece ser «lo lógico», comparándolo con los vuelos de prueba de la SpaceX de Elon Musk y de las cápsulas rusas, que también realizaron misiones no tripuladas antes de embarcar a astronautas.
Las pruebas de Starliner programadas para el verano serán cruciales para determinar si la cápsula está lista para volar con humanos en su próximo viaje. Williams y otros en NASA están abogando para que se siga este camino, esperando que tanto Boeing como la agencia espacial tomen una decisión al respecto pronto. La evolución de estas pruebas y el desempeño de Starliner serán determinantes para el futuro de la colaboración entre Boeing y NASA en la exploración espacial.