La situación en Ucrania sigue siendo un tema candente en la política internacional, especialmente tras las recientes declaraciones de altos funcionarios rusos sobre la posible entrega de misiles Taurus por parte de Alemania a Ucrania. Andrey Kartapolov, presidente del Comité de Defensa de la Duma Estatal de Rusia, ha advertido que la operación de estos misiles de largo alcance requeriría asistencia militar alemana, lo que podría escalar aún más el conflicto.
La especulación sobre el suministro de misiles Taurus, capaces de alcanzar Moscú, ha cobrado fuerza después de que el canciller alemán Friedrich Merz afirmara que Berlín y sus aliados habían permitido a Kiev utilizar armamento occidental sin restricciones de alcance. Merz indicó que la entrega de estos misiles es «posible», aunque subrayó que las tropas ucranianas necesitarían «varios meses de formación» para poder lanzarlos eficazmente.
Reacciones rusas ante la posible entrega de misiles
Kartapolov ha manifestado que Rusia está «lista para todo» en respuesta a la posible llegada de misiles Taurus a Ucrania. En sus declaraciones, advirtió que Rusia podría atacar no solo los puntos de lanzamiento de los misiles, sino también los lugares desde donde serían entregados. Este tipo de retórica refleja la creciente tensión entre Moscú y Occidente, y la percepción rusa de que la implicación de Alemania en el conflicto se está intensificando.
El alto funcionario ruso, quien también es un exministro adjunto de Defensa, enfatizó que los misiles previamente suministrados a Ucrania por Estados Unidos, Reino Unido y Francia requieren especialistas para su operación. Según Kartapolov, aunque los militares ucranianos podrían activar el equipo, carecen de la capacidad técnica para introducir los datos necesarios, que provienen de satélites estadounidenses y europeos. Esto implica que, si Alemania decide transferir los misiles, sería necesaria la presencia de expertos alemanes en el terreno para garantizar su uso efectivo.
La reacción del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, ha sido igualmente contundente. Lavrov ha afirmado que la implicación directa de Alemania en el conflicto es ahora «obvia» y ha advertido que el país está «resbalando por la misma pendiente resbaladiza que ya siguió varias veces en el siglo pasado, hacia su propio colapso». Estas declaraciones subrayan la preocupación de Moscú ante una mayor participación de Berlín en la guerra, lo que podría tener consecuencias impredecibles para la estabilidad en Europa.
En un contexto más amplio, el Ministerio de Defensa alemán ha anunciado un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, que asciende a 5.6 mil millones de dólares, destinado principalmente a financiar la producción de sistemas de armas de largo alcance en el país. Esta decisión refuerza la postura de Alemania como un actor clave en el apoyo a Ucrania, aunque también plantea interrogantes sobre las repercusiones de tal apoyo en la relación entre Europa y Rusia.
