Un estudio reciente llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania ha puesto de manifiesto el poder de la música como herramienta para unir generaciones y combatir el ageísmo. Este trabajo se basa en la experiencia de un grupo musical de Granada, La Plazuela, que ha sabido incorporar historias intergeneracionales en sus canciones, creando así un espacio donde personas de distintas edades pueden disfrutar y conectar.
La investigación, que será publicada en un próximo número de la Journal of Intergenerational Relationships, destaca cómo La Plazuela ha logrado atraer a audiencias multigeneracionales a sus conciertos, donde tanto jóvenes como mayores se sumergen en una experiencia musical compartida. Matthew Kaplan, uno de los autores del estudio, señala que «la música del grupo muestra cómo la expresión creativa puede unir generaciones, no solo para escuchar, sino para conectarse, reflexionar e imaginar un futuro basado en el orgullo cultural y el respeto mutuo».
La música como puente entre generaciones
Durante su estancia en España, Kaplan asistió a un concierto de La Plazuela, donde se percató de la diversidad del público. «No solo había jóvenes, sino también personas mayores. Todos disfrutaban de la música juntos, sin separarse», recuerda. Esta experiencia le llevó a investigar más sobre el grupo y su enfoque inclusivo, que incluye a miembros de diferentes generaciones en sus actuaciones y letras.
Por ejemplo, una de las canciones de la banda habla sobre un momento compartido entre un miembro y su abuela, lo que refleja una natural inclusión de los mayores en la narrativa musical. A. Patricia Aguilera-Hermida, coautora del trabajo, destaca que «la forma en que integran a otras edades en la conversación es transformadora».
Los investigadores subrayan que el ageísmo es un obstáculo significativo para fomentar relaciones intergeneracionales positivas. Este fenómeno se manifiesta a través de actitudes despectivas hacia personas de diferentes edades, y los estereotipos que lo acompañan pueden impactar negativamente la autoestima y el bienestar de los mayores. Aguilera-Hermida apunta que «el ageísmo es el único estereotipo que nos afectará a todos en algún momento de nuestras vidas, si somos afortunados de alcanzar la vejez».
El estudio de La Plazuela demuestra cómo la música puede ser un medio efectivo para desafiar estas percepciones erróneas. A través de sus actuaciones y la inclusión de voces de mayores en sus letras, la banda promueve actitudes positivas hacia las personas mayores y resalta su contribución a la sociedad.
La investigación concluye que La Plazuela no solo ofrece un espectáculo musical, sino que también presenta un modelo a seguir para otras comunidades que buscan fortalecer los lazos sociales entre generaciones, honrando así un patrimonio cultural compartido. «Están vinculando el pasado con el presente, lo viejo con lo joven, y lo están haciendo de una manera hermosa», concluye Aguilera-Hermida.
