
La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha decidido retirar su demanda contra Binance y su fundador, Changpeng Zhao, poniendo fin a uno de los últimos casos de enforcement en el ámbito de las criptomonedas llevados a cabo por la agencia. Este movimiento, que se formalizó en una presentación en el Tribunal de Distrito de Columbia, representa un cambio significativo en la postura regulatoria del gobierno estadounidense hacia el sector de los activos digitales.
La denuncia original, presentada en junio de 2023, acusaba a la plataforma de intercambio de criptomonedas de diversas infracciones, como la prestación de servicios a usuarios estadounidenses sin la debida autorización, la manipulación de volúmenes de comercio y la mezcla de fondos de clientes. Además, la SEC sostenía que Binance había facilitado transacciones en activos criptográficos que consideraba valores no registrados, un argumento que también se había utilizado contra otras plataformas como Coinbase y Kraken.
Un cambio en la regulación de criptomonedas
La decisión de la SEC de desestimar el caso no solo simboliza el final de una de las campañas de represión más agresivas en la historia de las criptomonedas en EE.UU., sino que se produce en un contexto político donde la administración Trump intenta posicionarse como aliada de esta industria en crecimiento. La reciente disolución del equipo de enforcement de criptomonedas del Departamento de Justicia y el nombramiento de un líder del Commodity Futures Trading Commission con vínculos cercanos al sector son señales claras de esta nueva estrategia.
Como líder del intercambio de activos digitales más grande del mundo por volumen, Binance ha comenzado a establecer lazos con entidades relevantes en el ámbito financiero global. Entre sus movimientos recientes, destaca una inversión de 2.000 millones de dólares del fondo estatal emiratí MGX, así como su incursión en el mercado paquistaní, donde Zhao ha sido designado como asesor del nuevo Consejo de Cripto del país, un organismo respaldado por el estado que tiene como objetivo dar forma a la política nacional sobre activos digitales.
El cambio en la dirección de la SEC bajo su nuevo liderazgo ha llevado a un enfoque más conciliador y a un retroceso en la regulación, con la celebración de mesas redondas y la eliminación de regulaciones restrictivas que, hasta ahora, habían mantenido a muchas instituciones financieras al margen de la revolución criptográfica. Por ejemplo, la derogación de la directiva Staff Accounting Bulletin 121, que obligaba a los bancos a contabilizar las criptomonedas como pasivos, ha sido recibida como un avance positivo por parte de los actores del sector.
Este nuevo ambiente regulatorio también ha beneficiado a las iniciativas vinculadas a la familia Trump, que ha estado involucrada en varios proyectos de criptomonedas, incluyendo un token que se lanzó poco antes de la toma de posesión del expresidente. Con un capital de mercado que ronda los 2.400 millones de dólares, esta moneda se ha convertido en un símbolo del entrelazamiento entre la política y el sector cripto en EE.UU.