
La provincia canadiense de Saskatchewan ha declarado un estado de emergencia debido a los incendios forestales, convirtiéndose en la segunda región en tomar esta medida tras la declaración de Manitoba, que ha ordenado la evacuación de más de 17,000 personas de comunidades remotas. La situación en Saskatchewan es crítica, según el primer ministro provincial, Scott Moe, quien expresó que se están implementando todas las medidas posibles para proteger a las comunidades.
En Manitoba, la situación se ha deteriorado rápidamente, con un inicio de temporada de incendios más grave que en años anteriores. La provincia experimentó la evacuación de varios pueblos pequeños y comunidades indígenas, lo que ha generado un gran desplazamiento de personas hacia la capital provincial, Winnipeg. Muchos evacuados han llegado con poco más que la ropa que llevaban puesta, lo que ha llevado al alcalde de Winnipeg, Scott Gillingham, a declarar que la ciudad abrirá sus puertas a quienes lo necesiten en este momento de crisis.
Impacto y consecuencias de los incendios
En el último mes, cerca de 200,000 hectáreas han sido consumidas por las llamas en Manitoba, cifra que triplica la media anual de los últimos cinco años. Los incendios han afectado a diversas regiones de la provincia, lo que según el primer ministro Wab Kinew, indica un cambio climático que es necesario abordar. «Es la mayor evacuación que Manitoba ha visto en la memoria reciente», afirmó Kinew, resaltando la amplia dispersión de los incendios.
Las evacuaciones han afectado notablemente a las comunidades indígenas del norte de Manitoba, donde se han utilizado aviones de la Fuerza Aérea para ayudar en el proceso de evacuación. Luc Mullinder, responsable de la Cruz Roja en Manitoba, destacó el agotamiento emocional de los evacuados, quienes están lejos de sus hogares y no saben si podrán regresar a ellos.
La situación se complica aún más con la falta de lluvias en el pronóstico y la existencia de 163 incendios activos en el país, de los cuales la mitad se consideran fuera de control. En Flin Flon, una de las comunidades más afectadas, el alcalde, George Fontaine, indicó que las llamas se encontraban a solo 500 metros de la localidad, complicando enormemente los esfuerzos de extinción debido a la escasa visibilidad causada por el humo.
El desarrollo de estos incendios no solo pone de manifiesto la vulnerabilidad de las comunidades afectadas, sino también la necesidad urgente de una respuesta coordinada y eficaz ante los desastres naturales, que se están volviendo cada vez más frecuentes y severos en el contexto de un clima cambiante.