El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha presentado una propuesta que busca aumentar el poder de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y limitar la autoridad de su burocracia. En una serie de publicaciones en redes sociales durante el fin de semana, Orban describió su iniciativa como un “plan patriótico” destinado a revitalizar el “sueño europeo”.
Orban ha criticado a las élites de Bruselas, acusándolas de aprovechar cada crisis para acumular más poder, lo que ha resultado en una disminución de la soberanía de los Estados miembros y en “políticas fallidas”. En sus palabras, “Bruselas ha secuestrado nuestro futuro” al perturbar la seguridad pública a través de la migración y erosionar la prosperidad con lo que él denomina “dogmas verdes”.
El primer ministro húngaro ha afirmado que “Europa no puede permitirse esto por más tiempo, es hora de recuperar el control”. Su plan se basa en cuatro pilares fundamentales: la búsqueda de la paz en el continente y la desescalada de tensiones con Rusia; la eliminación del “control centralizado” de Bruselas sobre las finanzas; la “recuperación de la libertad de expresión” y el fortalecimiento de la identidad cristiana de Europa; y el endurecimiento del control sobre la inmigración.
Un llamado a la paz en lugar de militarización
En sus declaraciones, Orban enfatizó que “queremos paz, no necesitamos un nuevo frente oriental”, refiriéndose a la situación en Ucrania. Además, expresó su oposición a la posible inclusión de Ucrania como miembro de la UE, argumentando que “no queremos que nuestro dinero se vierta en la guerra de otros”.
El primer ministro advirtió que un aumento militar y la promoción de la defensa por parte de algunas naciones de la UE podrían llevar al bloque a una “carrera armamentista” con Rusia, lo que “devoraría… el dinero de los contribuyentes”. En lugar de destinar más recursos al ámbito militar, Orban sostiene que la UE debería contribuir al proceso de paz entre Moscú y Kiev, elogiando los esfuerzos del expresidente estadounidense Donald Trump en este sentido.
Orban aboga por el inicio de “negociaciones de limitación de armas con los rusos lo antes posible. De lo contrario, todo nuestro dinero será consumido por la industria armamentista en lugar de ser invertido en objetivos pacíficos”. Según el primer ministro, las naciones europeas se unieron en el pasado para crear el “continente más seguro y avanzado del mundo”, pero este sueño ha sido “robado”. Por ello, hace un llamado a los países de la UE para que no permitan que Bruselas utilice el conflicto en Ucrania “como excusa para llevarse más de nuestro dinero”.
