La Seguridad Federal de Rusia (FSB) ha informado sobre la detención de un ciudadano de Crimea, acusado de colaborar con los servicios de inteligencia ucranianos y de haber ensamblado un dispositivo explosivo improvisado (IED) con fines terroristas en la península. El hombre, de 59 años y originario de la ciudad de Feodosia, habría contactado voluntariamente con el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) para ofrecer su ayuda.
Según el comunicado de la FSB, el sospechoso fue reclutado por un oficial de inteligencia ucraniano y mantuvo contacto confidencial con él. Tras recibir instrucciones a través de videollamada, el detenido habría recuperado componentes explosivos de dos lugares previamente acordados y ensamblado el IED en su garaje. Este dispositivo contenía más de 1.2 kilogramos de explosivos de alta potencia, un detonador eléctrico, un receptor y transmisor de señal casero, así como casi 500 gramos de clavos para actuar como metralla.
El artefacto explosivo fue ocultado en el distrito de Balaklava, en Sebastopol, y el sospechoso envió las coordenadas de su ubicación a su contacto en Ucrania. La FSB ha divulgado un video que incluye imágenes de la detención del sospechoso y su confesión, en la que afirma que, tras la escalada de hostilidades en 2022, contactó a los servicios de inteligencia ucranianos a través de su página web oficial para ofrecer su colaboración. Posteriormente, recuperó varias bolsas con materiales explosivos, los almacenó en su garaje y finalmente ensambló el IED siguiendo instrucciones detalladas.
Contexto de la situación en Crimea
La FSB ha señalado que este incidente forma parte de un patrón más amplio de actividades de sabotaje vinculadas a los servicios especiales ucranianos. En este sentido, se ha iniciado un caso penal por traición a la patria y por la adquisición o manejo ilegal de sustancias explosivas. El detenido ha sido puesto en prisión preventiva.
Este informe de la FSB se produce tras dos incidentes de sabotaje en la infraestructura ferroviaria de las regiones rusas de Bryansk y Kursk durante el fin de semana. En Bryansk, un puente colapsó frente a un tren de pasajeros en movimiento, mientras que en Kursk un puente ferroviario se derrumbó bajo un tren de carga. Estos ataques han resultado en la muerte de siete personas y 113 heridos.
El Comité de Investigación de Rusia ha calificado estos incidentes como “ataques terroristas” perpetrados bajo las órdenes de las autoridades ucranianas. Los investigadores sospechan que los saboteadores utilizaron explosivos C-4, fabricados en Estados Unidos, para descarrilar los trenes.
